sábado, julio 11, 2009

 

Miramos como entraba el hombre extrañados, parecía militar, parecía serio, parecía soso, parecía arrogante, y no, no parecía para nada un admirador…
Se adentró bruscamente a donde estábamos y nuestro “papá” se retiro a su señal.

-Voy a ser claro, ha llegado a mis oídos por diversas fuentes ha llegado a mis oídos que poseéis uno de los ansiados fragmentos de la placa de los Aurion…. Bien, pues pertenece al gobierno de Piriarius- entonces extendió la mano- entregádmelo.
Simplemente me pareció un tipo genial, ni ¡Hey hola soy tal…! Ni que puñetas, presentarse es inútil, vamos directamente a blablear sobre algo que ni el mismo entiende… Al fin y al cabo “él es la ley”.

-Eh...esto...¿hola?...¿Buenos días?
- No tengo tiempo para tonterías mocoso...-que amable...-
- ¿Placa de Aurion?-preguntó mi compañero confuso.
-Ya sabéis de que hablo payasos
-¡EH! ¡Que nosotros no somos payasos! ¡¡Somos ilusionistas!!- me ponia enfermo
-Ya basta de juegos niños, entregadla al gobierno.
Miré a Hiro confuso ¿sabía de que se trataba?
- ¿Sabes de que habla?
- No, pero como parece que o se la entregamos o nada...- se encogió de hombros.
El hombre se sorprendió a nuestras reacciones y nos miro.

-No creo que no sepáis de que se trata, es…una clase de piedra…que varia gente os ha visto trajinar…-aclaró.
Fruncí el ceño, ¡¡se refería a NUESTRA PIEDRA!! ¡¡Nuestra amada y querida piedra!! ¿¡Cómo íbamos a deshacernos de ella!?
Hiro se quedó mirando al hombre, esperando a que dijera algo más.
El hombre suspiro, parecía no tener mucha paciencia...bueno... realmente ninguna.

-Estoy empezando a hartarme-desenfundo su arma apuntando a Hiro- Tu que pareces más sereno, entrégamela….-exigió
Al ver que apuntaba a mi compañero mi reacción fue reflejo, hice aparecer un grupo de estalactitas de hielo alrededor del tío aquel.
- Tócalo y muere....-le mire desafiante.
El tio se sorprendió de nuevo... bueno no esta vez se acojono muahahaha.
Hiro hizo un conjuro de fuego que fundieron los pinchos de hielo y el hombre se quedó rodeado de humo. Entonces, noté que el chico cogía mi mano y empezaba a correr.

H...hiro!- protesté, realmente si no me hubiese parado…ese tío ya...
- Calla y vámonos -espetó.
De repente se oyó un silbato, y seguido de ese una sirena, por los altavoces pudo oírse una orden de detención contra nosotros, no solo por poseer el "fragmentocomosellame", es decir, nuestra amada piedra (¡que nos pertenece!) si no por ser Bandage...

-¡Genial todo el mundo en nuestra contra, me parece genial!
- Bueno, o esto o nos quedamos sin piedra.
- No entiendo porque la quieren...
- Eso es lo de menos. ¿Alguna idea de a dónde ir?
-No...- seguía corriendo arrastrado por Hiro.
Continuamos corriendo durante mucho rato. La verdad no sé porque se odiaba tanto a los Bandage… si somos la mar de normales… bueno si hacemos cosas raras como controlar los elementos pero… dentro de lo que cabe… somos normales ¿no?...

Hiro me soltó la mano y miró a los guardias que teníamos delante.
-Oe...Hiro... ¿Qué hacemos?- no sabíamos pelear...
- Pues ni idea... entregarles la piedra no va a servir... o luchamos o huimos... o les engañamos.
- No es por nada pero os estamos oyendo así que, rendíos.- añadió uno de ellos gallito.
- Estamos hablando -espetó Hiro, señalándole. Una corriente de aire se lo llevó varios metros atrás.
-¡¡Idiota!!-espeto otro- ¡¡No olvides que son de esos monstruos!!
Eso me puso de mal humor...monstruos... como cuando era niño... sin pensar mucho en ello un seísmo a nuestros pies hizo levantar una columna de tierra bajo aquel tipo echándole por los aires y dejándole caer desde la altura. Le debió doler... o eso espero. Y eso que creía que no teníamos ni idea de pelear.

-No somos monstruos , somos personas, cuida tus palabras.
Hiro asintió con la cabeza, sin decir nada.
Entonces llego el tío de antes, parecía ser el jefe, se abrió paso entre ellos y nos miro con..¿asco?.
-Sin piedad, matarlos y conseguid la piedra, esa son las ordenes.
- Será un placer acatar sus ordenes señor- contesto con una sonrisa sádica el tipo al que Hiro había tirado.
Mi compañero lanzó una ráfaga de fuego de colorines al tipo que había atacado antes.

- Cállate.
El soldado se quedó en el suelo mientras su cara se consumía por el fuego.
Antes de que eso sucediera cayo agua del cielo congelándolo por completo.

-Entonces, sigamos vuestro juego.
Los guardias pues, se abalanzaron contra nosotros, usando toda clase de armas de esas superultramodernas y chachigaydelparaguay de las suyas, Por suerte Hiro y yo... ¡¡Éramos del circo!! ¿Que suerte por que? Venga, no me hagáis reír, dudo que haya personas tan ágiles y flexibles como las del circo, así que eso nos facilito las cosas a la hora de tener que esquivar los ataques, y además nos quedo MUY artístico.

No obstante no acabamos ilesos, las armas de los guardias eran rápidas y potentes, pero en esos momentos no atendía demasiado a las heridas de mi cuerpo, solo me preocupaban acabar con esos estorbos.
Por suerte para ellos (los guardias) Hiro cuando vio un hueco libre de nuevo me tomo de la mano y arrastro del lugar, de nuevo continuamos huyendo.

- ¡Hiro! ¿por que huir de nuevo?- igualmente nos perseguirían.
- No acabaremos con esos tipos así porque sí! Además, tu herida en el brazo pinta muy mal.
-¿Eh?¿De que herida me hablas? además no es por que sí, ellos quieren matarnos a nosotros, ellos son los "monstruos" al fin y al cabo
- ...-silencio mi compañero
Me sorprendió cuando el peliverde dio un giro brusco. Acabábamos llegar al puerto principal de la ciudad, lleno de naves preparadas para trajinar mercancías. Íbamos directos hacia una nave que empezaba a cerrar sus puertas.

- Saltemos adentro -y me soltó la mano para tener más libertad con los movimientos.
Le mire enfadado, pero salte, al caer si me di cuenta de la profunda herdia del brazo.
-WTFFF!!!!...- vi las estrellas.
Hiro había entrado antes que yo, y me miraba, cogiendo la piedra con fuerza.
- Te lo dije...
-¡¡Mierda santa!! Como duele- tenia un par de lagrimillas por la comisura de los ojos.
¡¡Eh no penséis que soy u nenaza!! ¡¡Soy un ilusionista, no estoy acostumbrado a tener esta clase de heridas joder!!
Las puertas de la nave se cerraron. El chico se levantó y me ayudó a ponerme en pie.

- Intentemos buscar algún lugar donde escondernos...
- ¡¡Me voy a quedar sin brazo Hiro!!-lloriqueé mientras me dejaba de nuevo arrastrar por él.
- Por eso no se queda sin brazo la gente...
- Me tendrán que hacer un torniquete y amputar el brazooooooo...-seguí lloriqueando ignorando su comentario.
Hiro se quedó quieto y se arrancó una manga. ¿Qué? ¿Para que quería la manga? ¿Tenía calor? No sé.... Entonces dejó la piedra en el suelo y ató la manga alrededor de mi herida.
- Si así te quedas callado...
-Vaya, no sabía que eres tan atento.- le miré ilusionado, jajajaja cuando se ponía así era tan mono ~~
Desvió su mirada, buscando algún escondite.
- Ni tan vergonzoso ~~~ - tire de él sin avisar hacia una oscura caja que parecía estar abierta y era oscura.... eh..¡¡para escondernos eh!!
Una vez en su interior la cerramos, apestaba un poco pero era el único lugar donde podíamos escodnernos... T
- Uhm...Hiro... me pregunto..¿donde se dirijira esta nave?

*OUT* Dios despues de decadas el PRIMER psot de Horo xD... a ver si esto revive :D:D:D!*OUT*

 

Akinomy buscó la energía ilimitada a las 6:41 p. m.

 

 

 

sábado, febrero 21, 2009

 

Aunque me llevo ir muy lejos, finalmente hice un descubrimiento que valió la pena. ¡Al fin, un fragmento verdadero de la placa de los Aurion! Pero me había costado otra discusión con Winder.
-¡¿DESDE CUANDO SE SUPONE QUE YO ME ENCARGO DE DISTRAER A LOS DEMÁS?!-me gritó, después de yo salir.

En ese momento la estructura se derrumbó, sin hacernos daño a ninguno. La cara de Winder se desencajó aún más, mientras observaba como todo caía con los ojos y la boca muy abiertos.
Y desde entonces no me habla…

Ha pasado casi media semana y no me ha dirigido la palabra en todo el camino hacia la Sociedad de Arqueólogos e Historiadores. Realmente me odiaba. Pero al menos ahora no tenía la cara desencajada, simplemente no me miraba y estaba muy serio, más de lo normal, por lo que realmente me inquietaba verle así.
Suspiré y le llamé entonces, pero giró la cara ignorándome y me detuve en seco. Lo miré fijamente, mientras notaba como cada vez estaba más enfadada.
-¡Pero reacciona ya, larguirucho estúpido!-Le chillé, desde la lejanía, pero no hizo ningún gesto.

Apreté los dientes y le ataqué por la espalda. Sin embargo, con un suave movimiento me esquivó y quedé unos metros por delante de él. Pude ver sus ojos entonces y se clavaron en mi, como cuchillas.
Pasó a mi lado y no pude hacer otra cosa que seguirle con la mirada, luego agaché la cabeza y continuamos nuestro camino sin más problemas.

Para cuando por fin llegamos a la SAH yo estaba desanimada, aunque aparentemente pareciese seria. Hablé con una de las secretarias y poco tiempo después estaba frente a Harelf, el miembro de la sociedad que me iba a atender aquella vez.
Cuando estaba en frente de aquel hombre, miré de reojo hacia atrás y vi a Winder apoyado en la pared, con la mirada esquiva. Suspire y comencé a mostrar el fragmento, mientras los ojos de Harelf comenzaron a brillar. Poco a poco, comencé a explicarle todos mis hallazgos sobre aquella pieza, dejando claro que se trataba de un objeto original.
Mientras seguia hablando con el profesor, por fuera se podia escuchar la voz de un chico discutiendo con la secretaria gritando que tenia que ver urgentemente al profesor Harelf.
- Me da igual si está ocupado, esto es una urgencia - es escucho el chico gritando mientras la puerta se habria de golpe

Me giré levemente, observando al muchacho. No era muy alto, de pelo negro y ojos rojos, que en aquel momento tenían una mirada dura. Por su parte, Winder continuaba en su posición y en ese momento llevó sus ojos al chico, quedándose quieto.
-Kyenro...-Dijo Harelf, con tono de reprimenda.- Estoy reunido con otra persona.
- Eso me da igual, vengo de parte de mi padre, traigo el fragmento que robaron en el laboratorio, mi padre tuvo tiempo de copiarlo y ocultarlo junto a los demás registros de Gayaldia- dijo el chico bastante ansioso
-Supongo que debería irme entonces.-Comenté, volviéndo a guardar lentamente el fragmento que yo había traído.- Volveré... otro día.
-¡No, no, señorita Law!-Exclamó Harelf.- Creo que podríamos tratar ambos asuntos a la vez...
-Pero no quiero moletarle...-murmuré, refiriéndome al chico que acababa de llegar.
- Buenoyoesto nosabia quehabiaunachica y claromipadre hospitalenemigosen laboratorio -decia el chico a gran velocidad que casi no se entendia nada.


Le miré atentamente, mientras Harelf quizá estaba intentando descifrar lo que había dicho. Winder, por su parte, giró el rostro y sonrió mientras entrecerraba los ojos. ¿Había sonreído? Quizá no estaba tan enfadado...
-¿Te encuentras bien?-le pregunté al chico, mientras me acercaba a él y le miraba fijamente.
- No se preocupe señorita, siempre es así cuando esta delante de una mujer - dijo el ave que le acompañaba.
- ¡¡Fernow!! ¡no expliques eso! - dijo el chico gritando y bastante colorado
-Oh, vaya. Puedes estar tranquilo, Kyenro... Mira. Yo soy Shia.-dije, luego le sonreí mientras señalaba a Winder.-Y él es Winder.
-Hm...-murmuró éste, "volviendo a estar enfadado".
- EncantadoShia, ¿eres también una buscadora de antiguedades?- seguia el hablando rápido pero entendiendose un poco más lo que decia
-Sí, soy arqueóloga.-respondí.
- Y eso que traes es otro fragmento del mensaje de los Aurion, ¿donde lo encontraron? - pregunto el aguila que acompañaba a Kenryo
-Lo he encontrado cerca de la frontera, en unas ruinas a las que era casi imposible acceder.-Respondí.- Durante bastante tiempo he estado buscando algún fragmento más y he podido comprobar que es verdadero.
-Y como es enana y rematadamente irresponsable, pudo entrar en las ruinas.-Espetó Winder,, antes de que preguntasen. Se cruzó de brazos y continuó en su posición.
- Asíque tu tambien eresunainvers Shia - dijo Kyenro al ver a Winder
-Sí.-respondí, sonriendo.- Aunque mi compañero es un poco desagradable a veces...
-Ja...-rió Winder, luego continuó con la mirada perdida.
-Pero en general es un buen tipo, así que perdonadle su comportamiento hoy.-Indiqué.
- ¿Una chica problematica? - le pregunto Fernow a Winder
-No lo sabes tú bien.-murmuró el otro, luego suspiró.
-¡Winder!-Protesté, luego fruncí el ceño.
-¿Qué?-gruñó él.- Yo simplemente respondo.
-...

Agaché la cabeza, luego dirigí mi mano derecha hacia el fragmento que había traído y lo tomé entre los brazos. Me había molestado especialmente la respuesta de Winder. Pero si tanto le molesto, que se largue. ¿Quién lo necesita? ... ...
- Si ya se como te sientes, Kyenro es un experto activando trampas y pocas reliquias han sido las que se han salvado de ser destruidas en sus manos
- Bueno la última vez no fue mi culpa, fue el ataque al laboratorio - dijo Kyenro indignado
-Me voy, regreso mañana.-Dije, luego miré a Harelf de reojo.
-Pero señorita Law...-murmuró él.
-Adiós.-respondí, luego miré a Fernow y Kyenro.- Ha sido un auténtico placer conoceros.
- Adioselplacer hasidomio Shia - respondio Kyenro
- Espero volveros a encontrar pronto y poder seguir hablando sobre donde encontrasteis el fragmento - respondio Fernow
-Claro.-respondí, sonriendo y luego hice una reverencia antes de avanzar hacia la puerta.

Me dispuse a salir y vi como Winder iba a seguirme, sin embargo me detuve bruscamente y lo miré fijamente a los ojos.
-No quiero que vengas.-Espeté.- Asíque olvídame.
-Shia.-Murmuró mi nombre, intentó decir algo más pero giré el rostro y tras hacerle otra reverencia a los demás, empecé a salir.

Me marché, dejándolo atrás. Si soy tan problemática lo mejor es que se largue y que haga lo que le de la gana, yo no lo necesito… Caminé durante horas, abrazándome al fragmento como si fuese un ser humano. Me detuve en un parque y me senté en uno de los bancos, ya había anochecido y hacía frío pero me daba igual.
-Se lo diré.-Pensé, en voz alta. Luego me abracé aún más, haciéndome completamente hacia delante.- le diré que se vaya.

De pronto oí pasos rápidos, alguien se acercaba corriendo y por el ritmo de su respiración hacía horas que corría. Pero no me moví de mi lugar y continué allí, en la misma posición.
-S..Shia…-oí murmurar, justo a mi lado.

Reconocí su voz, por eso no me reincorporé. Winder estaba allí.
Colocó sus manos sobre mis hombros y me hizo hacia atrás, con leve brusquedad por lo que me tomó por sorpresa y abrí los ojos un poco más. Su rostro estaba exaltado, estaba despeinado y su respiración era rápida.
-No vuelvas…-masculló, me sujetó un poco más fuerte pero sin hacer daño.- No vuelvas a hacer algo como esto…
-Tú… tú…-susurré, luego le miré a los ojos.- … vete.
-¿Qué dices?
-¡Que no quiero que vengas conmigo nunca más!

Retrocedió y me soltó en el acto. Yo me levanté y alcé el rostro, para mirarle a la cara. Había palidecido, si era posible que lo hiciera aún más. Levantó un poco su mano, para tocarme pero retrocedí y agaché la cabeza, mientras susurraba:
-Eres libre… no quiero que vuelvas a seguirme nunca más.
-Yo ya era libre, Shia…-dijo, mientras me miraba.
-Ya… pero… no es necesario que continúes conmigo. Tú eres un humano, eres un humano real así que puedes hacer lo que quieras con tu vida.
-No soy un humano.

No pude evitar mirarle a la cara, sus ojos negros brillaban de una manera extraña y tenía los puños cerrados. ¿Continuaba enfadado? Realmente debía dejarme sola y vivir su vida…
-Sí que lo eres…-susurré.
-¡No, no lo soy!-Exclamó.- ¡Soy tu compañero, no un simple humano! ¿¡Me oyes!? ¡Y no me puedes apartar así como así!

Después de mucho tiempo, nunca lo había visto tan enfadado de verdad. Pero yo también lo estaba. Sentía que le sobraba. Apreté los puños y me aparté, alejándome de él con paso tan rápido que parecía estar corriendo.
Creí que me había librado de él, pero me tomó por el brazo de pronto y me hizo girar. Todo fue tan rápido que de pronto me vi de cara a él, pegada a su pecho mientras él me abrazaba. No entendí lo que le sucedía a winder, él no solía abrazar demasiado.
-Sólo quiero no incordiarte, Winder…-refunfuñé.
-… pero no vas a conseguirlo alejándome de ti, porque simplemente no lo haré. Así que la próxima vez se buenacita.
-… y la próxima vez que tú digas algo como eso de mi…

Tiré de su chaqueta y le hice agachar, quedamos cara a cara y fruncí el ceño, mientras lo miraba fijamente.
-Te corto en dos.-espeté.
-Y aún así continuaré siendo más alto que tú.-Respondió.

 

Maddy buscó la energía ilimitada a las 9:43 p. m.

 

 

 

miércoles, diciembre 24, 2008

 

¡¡Nervios nervios nervios!!

Eso era lo único que podía sentir en ese momento, por primera vez mi jefe me dejaba cantar durante una fiesta. Normalmente contrataba a algún grupo amateur con algo de fama pero esa vez habia decidido darme una oportunidad después de casi un año trabajando allí y dejarme cantar durante la fiesta.

-¡¡Michii!!
-ZZzzZZZzZZzzzzz…
-¡¡Miiichiiiiiiiiiiiii!!
-¿Hum…?- ¡¡PUM!! Caí de la cama… -Auch… Mi trasero…
-Michii ¿ya has vuelto a caerte de la cama?- preguntó mi dueño, creador y amigo Hirako.
-Jo… ¡¡Ha sido culpa tuya!! ¿Por qué en vez de despertarme con gritos desde la otra punta de la casa no vienes y me tiras de un pié o algo? -protesté.
-Porque te hubieras caído igualmente de la cama…-contestó Hirako con una sonrisita.
-Jejeje… tiene raz.. ¡¡OYE!! ¡¡NO TE METAS COMIGOOO!!-dije inflando los mofletes.
-Vaaamos levántate, tienes que ir al restaurante. ¡¡Hoy es nuestro gran día!!- me instó Hirako tirando de mi brazo para levantarme, con tan mala fortuna que tiró demasiado fuerte y los dos caímos, yo sobre él.
-Eres un desastre Hirako…
-No tanto como tú Michii…
-¡¡Pero nos queremos!!-dijimos a la vez estallando en carcajadas.

Hirako miró el reloj y su cara se puso blanca como las tizas de esas pizarras tan guays para hacer dibujitos de corderitos y flores y casas y… ¿Sabéis a lo que me refiero? No las tizas de colores si no las blancas blancas de verdad ¿eh?
-¡Hace media hora que tendrías que estar en el Smile & Eat!
-¿¿¿QUÉÉÉÉÉÉ???-grité en su oído.
-No hace falta que me grites en el oído…-dijo con cara de dolor mientras nos levantábamos y echábamos a correr.
-Jeje perdonaaaa.

Media hora después tenia la fea cara perruna de Constant mirándome con enojo.
-Michii llegas tarde… ¡ya deberías estar cambiada de ropa y sirviendo mesas!
-¡¡Ya voy ya voy ya voooy!!-dije apresurándome. Le dí un beso en la mejilla a Hirako y me marché hacia adentro para salir a los cinco minutos vestida con el uniforme y lista para empezar a trabajar.
-¡¡Wooow!! ¡¡Estas superhipermegaultramasterMONAAAAAAA!!-gritó Hirako abrazándome, ponme tortitas…
-Con chocolate por encima y caramelo alrededor.-Acabé su frase.
-Eso es.-Contestó Hirako.
-Pero hazlo... ¡¡Rápido!!-me urgió mi jefe.
Sisisisisisi!- afirmé echando a correr.
Cuando le serví el plato a Hirako estaba hablando aún con Constant, que le pedía que me hiciera unos arreglos en los pies para intentar que no tropezara cada dos por tres.
-Hirako… ¿vendrás esta noche?-pregunté interrumpiendo su conversación.
-¡¡Por supuesto!!-contestó acariciándome la cabeza.
-Eso si no se mata antes de camino al trabajo…-murmuró el jefe.
-¡¡Constant!!-chillamos Hirako y yo a la vez.
-Soys tal para cual ¿eh?-dijo el jefe entre risas.-Vamos Michii ponte a trabajar que hoy tenemos un día complicado pero a la vez importante para ti.
Y con una sonrisa enorme me puse manos a la obra.

Me pasé toda la mañana sirviendo platos arriba y abajo, cantando un poco 8aunque no mucho para no forzar la voz y tenerla perfecta para la noche que.. ¿os he comentado que estaba supernerviosa?
Al llegar media tarde Constant me hizo un regalo, un equipo de sonido nuevo, con el que podría cantar más a gusto, le agradecí el regalo con un abrazo efusivo de oso y luego me fui a casa a descansar hasta la noche.

***********************

La fiesta estaba apunto de empezar y yo tenía que darle comienzo con una cancion.
-¿Cómo estas Michii?-me preguntó una de mis compañeras antes de que saliera al escenario.
-Bien... no no… mal.. no sé… ¡¡Nerviosa!!-balbuceé.
-Vamos no seas tonta seguro que lo haces muy bien.-me animó.
-Gracias pero… ¿Cómo empezaba mi canción? ¡¡Ay dios mío.. no lo recuerdo!! ¡¡Me he olvidado de la letra!! ¡¡Se van a reír de mí!! ¡¡Hirako se sentirá decepcionado!! ¡¡Constant me despedirá!!-dije hablando todo lo rápido que me permitían mis cuerdas vocales.
-"Como casi siempre, cuando algo se muere, nace la nostalgia buscando un corazón…"- oí a mi espalda. Era Constant, recordándome cómo empezaba la canción.
-¡¡Tienes razón!! Ya lo recuerdo ya ya ya…
-Pues venga, al escenario y ¡A cantar!- me dijo felizmente mientras me empujaba hacia el escenario.

Y ahí estaba yo.. Nerviosa, como un flan, como la gelatina de limón que preparaba Hirako hasta que un día la probé y vomité.. Como…. Da igual, nerviosisisisisima.
Empezó a sonar la música… y yo empecé a cantar.

¡¡Que genial es cantar!! Los nervios se me pasaron de golpe, veía las caras sonrientes de los invitados mirándome, y ví a Hirako.. ¡¡Lorando!! Pero sonriendo. Me sentía feliz, adoraba cantar, era la mejor sensación del mundo.

Como casi siempre
cuando algo se muere
nace la nostalgia buscando un corazón.
Pero el mío es raro
y aunque esté desordenado
es impermeable al dolor.

La felicidad
es un maquillaje
de sonrisa amable
desde que no estás.

Siempre serás
bienvenido a este lugar
a mi lista de obsesiones
de nombres a olvidar,
¿cómo recordarte
sin mirar atrás?
yo nunca olvidaré el último vals.


(http://www.goear.com/listenwin.php?v=7cf1178)*

Al acabar mi canción todo el mundo empezó a aplaudir y yo bajé del escenario, pero me enredé el pié con un cable y caí por las escaleras del escenario quedándome con la cabeza apoyada al suelo y las piernas también, como si fuese una “V” boca abajo…
La gente empezó a reír y a aplaudir aún más.
-Auch.. ya vuelven a reírse de mi…- pensé.
-¡¡MICHIIIIIIIIIIIIII!!- oí la voz de Hirako a mi espalda y seguidamente sus brazos abrazándome y sus lágrimas mojándome la cara que me estaba llenando de besos.-¡¡Que guapa, y mona, y que voz tan bonita, y que.. que TODOOOOO!! ¡¡Estoy superorgulloso de ti!!-dijo sin dejar de abrazarme.
-Me alegro mucho de que te haya gustado.-dije con una felicidad inmensa.
-Yo también estoy orgulloso de ti Michii.-Dijo Constant que había presenciado la escena.
-Gracias jefe.-agradecí.
-Ahora a trabajar, a media noche volverás a cantar ¿entendido?
-¡Señor si señor!- dije haciéndole a Constant un saludo militar.

Y maaanos a la obra de nuevo.
Cuando iba hacia una mesa la gente me felicitaba y me pedían que me hiciese fotos con ellos ¡Ni que fuese famosa! Pero era muy divertido.
Finalmente fui a atender a unos clientes que habían estado esta mañana con nosotros, no recordaba sus nombres (a veces me costaba recordar el de mis compañeros de trabajo…) pero fui hacia ellos con una enorme sonrisa.

El chico cuando me acerqué me sonrió amablemente, mientras decía:
-Lo has hecho muy bien, Michi.
-Muchas gracias señor…-¿Cómo se llamabaaaaa?- Gun… Gan… Gen… esto…
-Gin.- dijo la chica que le acompañaba.
-¡Eeeeeeeso! Gracias jeje… Disculpen pero soy muy mala para recordar nombres.. Bueno y edades y fechas y… todo.-sonreí mientras me ponía la mano tras la cabeza de manera cómica.
-Sería magnífico conocer a tu creador...-comentó Gin, luego sonrió.
-Oooh es.. Hirako, está por ahí..-dije señalando a ningún sitio en concreto. –Si ven a un chico muy mono llorando de felicidad.. Ese es, y si se cae o tropieza o se mancha la camisa con bebida o.. Bueno que seguro que es ese.
-Pues vaya...-comentó el joven y miró a su alrededor.
-Ejem.. ¿y que van a tomar?- dije dándome cuenta de que me iba por las ramas, como los monitos esos tan chulos de la jungla, ais son mas bonitos esos monos, ojalá Hirako me dejará tener uno de mascota pero dice que son solo sacos de pulgas… rancio.
-Me gustaría tomar un zumo de manzana por favor.- dijo la chica que estaba con Gun.
-Nada, gracias.-Dijo él.
-¡¡Eeeeenseguida!!- dije mientras me marchaba.

Cinco minutos después regresé a la mesa y justo antes de llegar tropecé con la pata de una silla perteneciente a la mesa contigua y fui directa hacia Gen, logré que el zumo no se derramara con una patética pirueta que acabó conmigo sentada sobre las rodillas de Gan.
-¡¡Uyuyuyuyuyuyuyyyyyy perdóóóóóón!! – me disculpé mientras dejaba el zumo sobre la mesa y hacia cincuenta reverencias en menos de treinta segundos.
Él me miró fijamente durante un momento, creí que iba a regañarme pero comenzó a reir y negó con la cabeza, mientras decía:
-No te preocupes.
La chica tomó el zumo de manzana y me pareció que se sonrojaba levemente, pero agachó la cabeza antes de que pudiera verla bien.
-¿A ti no te gustó la actuación?- pregunté al ver su actitud.
-¡Si! Me gustó mucho.- dijo cambiando su expresión, sonriéndome sinceramente.
-¿De verdaaaaaaaad?- dije cogiéndole las manos con los ojos iluminados.
-Si, de verdad.- volvió a sonreír ella.
-Vaya...-murmuró el chico, luego suspiró.
-¡¡Michiiiiiiiiiiiiii!!-oí chillar al jefe desde la cocina.
-¡Ups debo irme! –dije mientras echaba a correr tropezándome con casi todas las mesas y sillas que había en un radio de 2 metros.

*OUT* Primer post de Michii (ya era hora ¿no?) jejej espeeeero ke os guste y os divirtais tanto leyéndolo como yo escribiéndolo n.n Gracias a loreny y a Bunnycita por la ayuda n.n *OUT*

* link para escuchar la cancion

 

Maron buscó la energía ilimitada a las 6:34 p. m.

 

 

 

miércoles, octubre 08, 2008

 

-Hace un día maravilloso.- suspiré mientras me asomaba a la ventana de mi cuarto.
El cielo estaba despejado, y brillaba con mucha intensidad. Aún era bastante temprano, pero ya se podía escuchar ajetreo en el palacio.

Solo hace 1 año que mis padres murieron, y aún tengo esa sensación muy presente, pero tengo que ser fuerte, por mi hermana y por mi misma.

Salí de allí vestida con ropas informales, tenía el pelo recogido y llevaba unas gafas de sol. Al caminar por las calles de la ciudad, prefería que nadie me reconociera. Los ciudadanos solían ser muy impulsivos, y aunque se trataba de gente buena y humilde, no podían evitar exaltarse al verme.
Caminé varias calles del centro de la ciudad. Me gustaba pasear por allí por la mañana, y ver cómo se mantenía la situación allí. Ellos... eran tan ajenos a todo lo que ocurría. Ojala no tuvieran nunca que darse cuenta de la realidad del exterior, del enfrentamiento que se avecina.
Continuaba inmersa en mis pensamientos, cuando me pareció ver a mi hermana. Era una muchacha de la misma altura, con el pelo igual de largo y de su mismo tono.
-¿Alyssa?- murmuré acercándome a la chica.
Giré la cabeza para continuar mirándola y asegurarme de que realmente era ella, cuando de repente tropecé con alguien y cerré los ojos con fuerza, esperando el impacto, pero entonces noté cómo unos brazos me sujetaban. Mis gafas de sol cayeron al suelo, y mi pelo se había soltado.
-¿Estás bien? – dijo el chico que me había sujetado mirándome fijamente
-Si, lo lamento muchísimo, no miraba por dónde caminaba.- me disculpé mirándole también.
-No tienes que disculparte, yo también estaba algo distraído.– respondió el chico acabando la frase con una sonrisa.
No pude evitar sonrojarme levemente. Me aparté de él con cuidado, y recogí mis gafas colocándomelas de nuevo. Luego volví a recoger mi pelo.
-Tengo que... irme.- dije con cierta rapidez mirando a mi alrededor.
Algunas personas se habían detenido a mirarme, seguramente me habían reconocido.
El chico se dio cuenta de que la gente cada vez se iba acercando más.
-Vamos, te llevaré a un lugar con menos gente – dijo el chico agarrándome de la mano mientras empezaba a correr.
-¡Pero...!-
no me dejó acabé la frase. Empezamos a correr a gran velocidad, alejándonos de aquellas personas que habían comenzado a correr detrás de nosotros. Llegamos a una calle solitaria, y parecía que les habíamos perdido de vista. Me detuve y me apoyé en mis rodillas, bastante agitada.
-Gra...gracias.-
-No me las tienes que dar, te vi en apuros y te ayude - dijo el chico de nuevo sonriendo.
Volví a ruborizarme por aquella sonrisa, realmente aquel chico me inspiraba una mezcla de emociones que no era capaz de interpretar con claridad.
-¿Cómo te llamas?- le pregunté correspondiendo a su sonrisa.
-Lloyd di Arcadia, ¿y el tuyo?-
-Soy Ilse Basílea.-
-Es un placer Il... - el chico entonces se dio cuenta de quien era. ¡Princesa Ilse! lo siento yo no sabía que era usted - dijo rápido inclinándose y hablando de forma nerviosa
-¡No por favor! No es necesario que cambies tu forma de dirigirte a mi. Llámame Ilse.- dije juntando mis manos, sonriéndole.
-¿Pero qué haces sola fuera de palacio? pri... quiero decir Ilse, los gayaldianos nos podrían atacar en cualquier momento- dijo el bastante animado cuando se le escuchaba hablar sobre los gayaldianos.
-Sólo quería comprobar cómo se encontraban los ciudadanos, pero ya veo que se mantienen ajenos a lo que está ocurriendo...- le expliqué mirándole extrañada. -¿Por qué ese énfasis en los ciudadanos de Gayaldia?-
-Ellos mataron a mis padres, y me separaron de mi hermano pequeño. Mis padres era pilotos de Night's, eran de los mejores y yo quiero ocupar su lugar y acabar con todos esos malditos- dijo Lloyd aún más exaltado.
-Parece que compartimos un mismo objetivo. Como sabrás, mis padres también fueron asesinados por ellos, y aunque siempre he evitado dejarme llevar por sentimientos como lo es la venganza, ahora me es inevitable. Quiero proteger este imperio, y para ello, estoy dispuesta a luchar.- dije con firmeza.
-Pero no podemos dejar que te maten a ti también, si os perdemos todo Tellus caerá en una gran crisis y sabe dios como podríamos acabar.-
-Por eso he decidido aprender a utilizar los night, quiero pilotar mi propio night, y luchar por el imperio.- sentencié.
-No eso es demasiado peligroso, déjame ocupar el lugar de mis padres, prometo que acabaré con esos malditos - dijo Lloyd con los ojos llenos de ira.
-Quiero hacerlo yo misma, no quiero que nadie se ponga en peligro por mi culpa... además... tengo a alguien a quien proteger, mi hermana Alyssa...- musité agachando la cabeza.
-Quiero luchar, por Priarius, por mis padres, por que no se repita ninguna muerte más, déjame luchar por tu causa- dijo Lloyd a punto de salirle lagrimas por sus ojos.
Me acerqué a él y cogí su rostro con suavidad. Parecía un chico sincero, y de buenos sentimientos. Podía entender todo su coraje, y sus ganas de luchar.
-Lloyd... si hay algo que puedes hacer por mi.- le susurré, luego sonreí.
-¿El qué?- dijo el de inmediato reaccionando a mis palabras.
-Enséñame a pilotar un night.-
-Ilse, no quiero ponerte en peligro, no me lo perdonaría nunca si te pasara algo, como piloto de Night debo de luchar por mi reino y por las princesas- dijo él de nuevo con rabia.-
-Insisto.- inquirí con tono de orden.
-No puedo rechazar una orden de una princesa- dijo Lloyd arrodillándose y besándome la mano aceptando mi propuesta.
Me llevé la otra mano a la boca, sorprendida por su actitud, y luego sonreí.
-No era necesario, ya te dije que prefiero que me trates como a una igual. Después de todo, a partir de ahora tú serás mi superior.- dije aún sonriente.
-Será un placer ser tu instructor- dijo sonriendo como lo hacía al principio.
Le tendí la mano y éste la sujetó con suavidad. Los dos sonreímos. Hacía tiempo que no sonreía así...
Por fin, por fin podría hacer algo por mi país por mí misma. Papá, mamá... por favor, dadme fuerzas para soportar lo que nos depara en esta guerra, no quiero ver más muertes... no quiero que nadie más sufra...


*OUT* Gracias a kike!!! *-* a ver si la cosa no se queda aki XDD *OUT*

 

Yuna buscó la energía ilimitada a las 11:31 p. m.

 

 

 

jueves, septiembre 25, 2008

 

Los payasos acababan de actuar. Realmente a la gente les hacía gracia, pero es que a mi me daban más bien... risa. Por mis adentros siempre me reía de ellos no por lo que hicieran, sino más bien por como iban vestidos. Esos trajes ridículos llenos de colores... Todos ellos pasaron por mi lado, y yo sonreí, ocultando mis pensamientos. Horo les saludaba y les decía lo bien que lo habían hecho, pero yo... Con una sonrisa bastaba.

Pero los payasos eran los únicos que no me gustaban demasiado, porque me encantaba ver a los equilibristas. Andando por la cuerda floja, saltando de un columpio a otro... Era genial, pero nosotros teníamos que vigilar por si se caían, porque hacíamos la magia del viento y evitábamos que se hicieran daño... Pero estando en Priarius, teníamos que decir que todo era tecnología punta, para que no pillaran a esos “magos malditos” que ellos tanto odian...
Pasado un rato bastante largo, los equilibristas saludaron al público, y nos tocó salir a nosotros. No sin antes que el “show-man” nos presentara.
- ¡¡¡Y aquí llegan los ¡grandes! ¡fantásticos! ¡espectaculares! Hermanos Hiro y Horo!!!
¿Hermanos? ¿Por qué siempre se le va tanto la pinza al presentador? Horo y yo no éramos familiares ni nada por el estilo... aunque nuestro nombre se pareciera... No nos parecíamos en nada tampoco... En fin...
- ¿Hermanos? pfff-se mofó Horo, seguidamente cogió nuestras tablas y me lanzó la mía.- Nos toca, hermanito ~
- Venga, vamos... -dije, cogiendo la tabla al aire. Horo empezó a crear una ola y empezamos a surfear encima de ella.
Nuestro espectáculo se basaba en los poderes que teníamos (o tecnología avanzada para los de Priarius). Hacíamos magia, básicamente con agua y fuego, pero no dejaba de faltar cosas como hacer levitar o demás chorradas que para nosotros era lo más fácil del mundo.

Dimos el típico garbeo por el recinto en la ola, luego, Horo la separó en dos y cada cual controlaba la suya mientras nos paseábamos entre el público. Los niños tocaban asombrados el agua que nos llevaba y todos quedaban boquiabiertos.
Finalmente ambas olas crecieron, y de repente desaparecieron dejándonos caer de gran altura. Entonces ambos con un toque de viento caímos como ligeras plumas al suelo del recinto inclinándonos y saludando a todo nuestro público, que aplaudía ya emocionado.
Luego venían los juegos de colores. Yo controlaba fuego, Horo creaba cristales de hielo, que juntando los dos elementos hacían una bonita y colorida ilusión óptica. Todos miraban embobados y al finalizar los juegos lanzábamos el fuego y el hielo para que se fundieran y formaran un disperso humo de colores que inundaba la sala. Luego, simplemente venían las levitacionees, equilibrios y malabares con magia y demás ilusiones ópticas.
Como siempre, un éxito. Nos retiramos mientras el show-man loco anunciaba a los siguientes...

- ¡Bien! ¿vistes sus caras?- dijo entusiasmado Horo.
- Claro, si es que nuestro número impresiona a todos.
- ¿Cómo crees que seria nuestra vida sin ellos?...-preguntó, pensativo.
- ¿A qué viene eso ahora?
- No sé, solo pensaba en cuando estábamos sólo tú y yo.
- Bueno, pues supongo que hubiéramos continuado como entonces... Pero tuvimos suerte. Ahora ya está, no pienses mucho en eso.
- No sé... a veces me como el coco pensando en cómo hubiese sido mi vida con mi familia- frunció el ceño, pensativo.
- Bueno, tú decidiste tu destino. Puedes buscar a tu familia ahora, pero te gusta más estar aquí, ¿no?
Rió angustiado.
- Mi familia está muerta.
- Pues entonces no hay familia con la que tengas que estar. Tu familia somos nosotros. ¿Verdad... -y aunque me diera vergüenza decirlo, lo solté.- hermanito? -Antes de que pudiera deicrme nada, continué.- Venga, vamos a cambiarnos, que el espectáculo ha acabado.
Se aguantó la risa, almenos se animó. Se levantó de golpe y me cogió de los hombros, atusando mi pelo bruscamente, despeinándome.
- ¡¡Pollito tontoooo!!- antes de que contestara se fue corriendo tras la burla para que no le zurrara.
- ¡¡ Deja de llamarme así, maldito!!
- ¿Y renunciar a esa carita que pones cuando te enojas? -falseó tontear- ¡¡NUNCA!!
Suspiré. Maldito sea el día en que empezó a llamarme pollo...

Nos cambiamos y tras ello Horo rebuscó en nuestro baúl en busca de algo, más tarde vi que se trataba de nuestro tesoro. Era una piedra con unos símbolos extraños, era de un color azulado... Cuando éramos pequeños la robamos, pero al venderla no nos dieron casi nada, así que nos la quedamos... y le cogimos cariño.
- ¿Qué haces sacando eso?
- Jejeje- me la amorró en la cara.-. Dale las gracias por tan buen espectáculo y un besito~~
- No ha sido gracias a ella que lo hiciéramos tan bien...
- ¡No le digas eso a nuestra pequeña!- hizo como si le tapara las orejas al pedrusco.
Me puse una mano en la cabeza. Le habíamos cogido cariño, pero él la trataba como si fuera su hija...
- Vengaaaa bésalaaaaaa-insistió, acercándome más la piedra, hasta que me tocó la piel.
- ¡Está fría! -me quejé, alejando la piedra de mi cara.
- Bagh... no le hagas caso, que es muy borde - la besuqueó él.
- Si ya te tiene a tí que le haces mimos...
- Bueno, a mí me importa, ¡es algo que nos une!
- ¿Los mimos te unen a la piedra?
- La piedra a tí, idiota -dijo riéndose.
- No es tan importante...
Horo se encogió de hombros y la guardó.
- Para mí sí.

Justo en aquel momento entró el show-man loco.
- ¿Así que somos hermanos, no? -pregunté, antes de que dijera nada, con una mirada asesina.
- Jajaja, no os lo toméis a mal, solo era una bromita.
Entonces, Horo me tomó por los hombros arrimándome a él, sonriendo al show-man.
- Será por que somos pastados ¿no?- acercó su cara a la mía con una sonrrisa, comparándolas.- Jajaja.
- Será, será ... Bueno, ¿querías algo?
- Oh, ¿qué manera es esa para tratar a papá? -preguntó, mientras nos abrazaba.- Sólo quería felicitaros por el genial espectáculo que habéis hecho ~
Ambos asqueamos la cara.
-¿Pa...pá?
- ¿Quién fue sino el que os adoptó al circo? ~
- Acogió, no adoptó -corrigió Horo.
- Es lo mismo querido Horo~
- No, acoger es dejar que te quedes, adoptar es con burocracia y demás papeleo ... -dijo inocentemente.
- Pues acoger, acoger~
- Jejeje, bueno me alegro que gustara tanto el espectáculo- sonrió Horo. Yo afirmé con la cabeza. Me gustaba estar en el circo
- Pues chicos, en realidad... -dejó de abrazarnos y se separó unos pasos de nosotros.- No solo vine a halagaros, quería deciros que alguien quiere conoceros... habrá quedado impresionado con vuestro número~


//OUT// Primero post de Hiro!! bieennn *todos aplauden* Espero que no sea muy largo ni aburrido xD Empezamos el aura con un Hiro borde pero cariñoso cuando le da el venazo y un Horo LISTO!! omg!! que fuerte... xD vale, ya está xD thx horitoo~ ... El show man loco no os recuerda al conde del milenio?XD //OUT//

 

Bopeep buscó la energía ilimitada a las 7:54 p. m.

 

 

 

sábado, septiembre 20, 2008

 

<<...Comenzó con una lágrima, un hombre rico y despistado... alguien gritaba: “¡al ladrón!”, yo solo lloraba, no podía hacer otra cosa... no debía hacer otra cosa... todos miraban con una mezcla de asco y vergüenza ajena... la chica gritaba, el hombre no sabía que hacer; me cogió por los hombros y yo lloré más aún suplicando por mi vida, hasta que...>>

-¡Has estado genial Kuea!-comentaba Naz mientras jugaba con nuestro botín.
-Cada vez escogemos mejor a nuestras víctimas, jajaja-reía yo mientras observaba curiosamente nuestras ganancias.
-¡Nos gastaremos el dinero en una buena comida y una cómoda cama!-acordamos entre las dos.
-¡¡Sí!! ¡¡COMIDA!!-exclamó Naz muy contenta.
-La actuación de hoy ha estado muy bien, deberíamos pensar en hacer algo mayor...

* * *

Tras una larga caminata llegamos a Surius. Era un pueblo bonito y se veía muy acogedor así que, bolsa de dinero en mano y sonrisa en la cara nos dispusimos a buscar el hotel más confortable que había:
-Buenas tardes, ¿qué desea?-Preguntó la recepcionista.
No nos sorprendió ver que se trataba de una geadow. Desde que habíamos llegado a Priarius nos habíamos encontrado con muchos de ellos, había de todo tipo: simpáticos, aburridos, alegres, tristes... aunque la mayoría eran muy agradables.
-Una habitación para dos, y que tenga unas camas muy buenas...
-¡¡Y COMIDA!!-Exclamó Naz, muy entusiasmada.
-Eso, una habitación para dos, cómoda y con comida... por favor.-pedí sonriendo.
-Un momento por favor... Tenemos disponible la C-76: tiene vistas al pueblo y viene con un minibar con bebidas y una neverita con comida. Aquí tienen la llave-dijo la recepcionista con una amable sonrisa en la cara.
-¡Perfecto!-exclamamos Naz y yo al unísono con mucha alegría.
-¡Vamos Naz!
-¡Co-mi-da!-Exclamó Naz, mientras me tomaba del brazo y corría en dirección a la habitación.
Llegamos a la habitación con la respiración agitada por la rapidez y nos quedamos asombradas al abrir la puerta:
-¡Vaya, si que es bonita!-exclamé yo aún sin salir de mi asombro-no me imaginaba que hubiesen habitaciones así en este imperio.
-¿Dónde está la comida?-farfulló Naz.
-¿La comida? Mmm... Estará en la nevera que está ahí al lado de... ¡¡Mira qué cama!!-dije mientras se me abrían los ojos como platos y me dirigía corriendo hacia ella-¡es impresionante! Corre Naz, ¡ven a probarla!-gritaba emocionada mientras daba saltos sobre la mullida cama.
Para cuando miré hacia Naz, ésta estaba delante de la nevera abierta con los ojos brillantes.
-Pero mira, si hay de todo...-susurró, como hipnotizada.
-A ver...-contesté curiosa mientras me acercaba.
Realmente había de todo, desde frutas y verduras hasta chocolate y dulces.
-¡Es el dinero mejor gastado de nuestra vida!-grité mientras me abalanzaba sobre Naz.
-¡SÍ!-Exclamó mientras me abrazaba.- ¡¡POR FIN COMIDA FRESCA!!
Naz miró la nevera, luego me miró a mí y me pegó un mordisco mientras sonreía felizmente.
-¡AHHH! Jajajajaja... ¡Aprovecha y come la de verdad!-le insté mientras me acariciaba la mordedura.
Fue la mejor noche desde... creo que nunca habíamos pasado una noche tan buena: comida, una mullida cama y mi mejor amiga bueno, mi hermana. No, nunca habíamos pasado una noche así.
Pero a la mañana siguiente, cuando me desperté, Naz estaba boca abajo y parecía una rana. Estaba feliz y de vez en cuando decía algún nombre de comida. O, simplemente gritaba: ¡COMIDA FRESCA~!
Me levanté y miré por una ventana, justo en ese momento oí un golpe y al volverme, encontré a Naz dormida mordiendo el suelo.
No pude hacer más que reírme. Me acerqué a ella y, con mucho cuidado la intenté levantar y colocarla de nuevo en la cama, pero terminó despertándose ya que yo no podía con ella aunque, una vez en el colchón, agarró la almohada con fuerza y volvió a quedarse dormida.
-Dormida parece un angelito...-susurré mientras sonreía.

Desde que mi tía nos había abandonado habíamos tenido que arreglárnoslas solas, malviviendo y robando... No es que no me gustase robar, la verdad es que me divierte mucho, pero echábamos de menos su presencia. En los últimos cuatro años de nuestra vida habíamos tenido que madurar muy deprisa y aprender a guiarnos a nosotras mismas, solo nos teníamos la una a la otra...
Pensando esto me acerqué a mis cosas y, mientras rebuscaba se me resbaló algo: la pistola que me había dado mi tía y la nota de mis padres: “...Ten mucho cuidado con ella, ya que nadie sabe los efectos que tiene...”
-Que nota más extraña... ¿A qué clase de “efectos” se referirían mis padres?-pensaba mientras miraba con curiosidad el arma.
Busqué un pañuelo en la mochila y comencé a limpiarla con aire distraído mientras pensaba en mis padres: “¿Qué será de ellos?” Hacía tanto tiempo que no los veía que ya no podía recordar siquiera sus rostros...
Andaba tan distraída pensando en mis cosas mientras limpiaba la pistola, que no noté que Naz se había levantado y acercado a mí; de golpe me tapó los ojos y volvió a morderme, poco después la oí reír mientras continuaba tapándome los ojos.
-¡¿Aún tienes hambre?! ¡¡Eres una gorda!!-le reproché entre risas mientras trataba de zafarme de sus manos.
-¡No soy una gorda!-Protestó, riendo.- Simplemente estoy en edad de crecimiento.
-¿De crecimiento? ¡¡Si ya tienes 18 años!! ¡Te vas a quedar igual de enana siempre!-le restregué entre risas mientras guardaba la pistola y me abalanzaba hacia la almohada para usarla como arma.
-¡Aún me falta el estirón!-Chilló con una sonrisa, colocándose en pose de defensa.- ¡Y tengo que comer para poder crecer mucho, así que ven aquí!
-¡¡Nooo!! ¡¡No me muerdas!! ¡¡¡SOCORROOO!!!-gritaba yo entre risas mientras golpeaba a Naz con la almohada.
Naz ponía cara de tonta cada vez que la golpeaba, sin embargo al final acabó sonriendo y se tiró sobre mí mientras luchábamos por la almohada.

Estábamos tan concentradas en nuestro juego que no casi no oímos el timbre de la habitación...
-Recepción, abran la puerta por favor.-se oía una voz al otro lado de la puerta.
-¿Recepción?-le pregunté a Naz-¿qué crees que querrán?, ¿abrimos?
-Creo que antes deberíamos recoger un poco la habitación...-respondió ella mirando a su alrededor y viendo el desastre que habíamos armado.
Recogimos un poco como pudimos y abrimos la puerta con un poco de vergüenza para encontrarnos con la Geadow que nos había entregado la habitación el día anterior.
-Lo siento mucho chicas, pero hemos recibido quejas de los ocupantes de las habitaciones contiguas, por lo que debemos pedirles, por orden del director del hotel, que por favor, abandonen la habitación.-nos pidió ella-lo siento mucho, pero el director es muy estricto para estas cosas... les reembolsaremos el resto del dinero... lo siento mucho-se lastimaba la recepcionista mientras miraba hacia el suelo.
-¿Abandonar la habitación? Pero...-miré a Naz que estaba con una mueca de confusión.
-¿No habrá comida?-me susurró Naz, al oído.
-Pero...-aún estaba conmocionada-no te preocupes Naz-le dije a ella-con el dinero que nos devuelvan podemos comprar comida... la necesitaremos para el viaje...
-¿Por qué se quejaban?-preguntó Naz, juntando sus manos delante de su carita y mirando a la señorita de recepción.
-Se quejan principalmente del ruido ocasionado por esta habitación y, uno de las obligaciones más importantes de este hotel es el absoluto silencio-objetó ella.

* * *

Nuevamente comenzamos nuestro camino:
-¿A dónde iremos ahora?-pregunté pensativa.
-A robarles a los que nos echaron.-Gruñó Naz, estaba cruzada de brazos y parecía enfadad. ¿Ella enfadada? Si nunca lo hacía.
-Mmm..... tienes razón... se lo merecen, ¿verdad?-le pregunté mientras le guiñaba un ojo. En la cara de Naz comenzó a dibujarse una gran sonrisa...
...Y el teatro volvió a la calle...


*OUT* Es mi primer post en un RPG así que espero que les guste y me perdonen los fallos que soy novata. Muchisimas gracias a Naz! *OUT*

 

Kuea buscó la energía ilimitada a las 1:51 a. m.

 

 

 

viernes, septiembre 19, 2008

 

Era otra mañana tranquila, el sol brillaba con fuerza y los pájaros cantaban posados encima de los arboles. Era un día perfecto para ir a cortar leña, ir a cazar y cortar leña, eso era lo que hacia todos los días. No acostumbraba a salir de la montaña, únicamente me dirigía hacia el bosque para ir en busca de alimento y leña y pocas veces bajaba al pueblo que se encontraba cerca de la montaña. No tenía mucha relación con sus habitantes, no es que me tuvieran miedo ni nada por el estilo, simplemente era porque me gustaba vivir solo.

De camino al bosque escuche de lejos los rugidos de un par de lobos, estaba persiguiendo a alguien ya que también se escuchaba el ruido de unas pasas. Rápido corte un árbol que se encontraba enfrente mío y lo lancé en dirección de los lobos, solo logre que se detuvieran unos segundos, luego siguieron persiguiendo a su presa. No tuve más remedio que ir tras ellos y cuando ya me encontraba lo suficientemente cerca encendí mi lanza y la lance justo delante de ellos. Eso les detuvo por completo e hizo que cambiaran de presa, ahora era yo a quien querían atrapar. Eran muy rápidos y me era muy difícil el poder dominar a los dos, pude golpear a uno de ellos, pero el otro aprovechando que estaba distraído con su compañero, se lanzo sobre mí y mordió la poca parte de carne que tenía en mi espalda. Empecé a sangrar un poco a causa de la mordedura, pero justo cuando me estaba soltando para intentar volver a morderme le pude golpear y con mi garra ardiendo.

La chica a la que perseguían los lobos, al ver que estaba sangrando mucho rápido se dirigió hacia mí y rasgando un trozo de su topa me vendó la herida.
- Gracias, pensaba que esos lobos me iban a comer. No puedes volverte a la montaña con esa herida, tendrás que acompañarme al pueblo para que el médico te pueda curar.
- ¿Sabes quien soy? – pregunte algo sorprendido al escuchar que supiera donde vivo.
- Si todos los habitantes del pueblo lo sabemos, el ermitaño que vive en la montaña Dyrujet y que salva a los habitantes que están en peligro en el bosque. Todos estamos muy agradecidos por salvarnos tantas veces, ahora tendrías que dejarnos a nosotros hacer algo por ti – dijo la chica sonriendo.
- Bueno yo es que…- dije algo entrecortado, no estaba acostumbrado a hablar con nadie, la última persona con la que hable fue con mi maestro
- No seas modesto, no vamos a hacerte nada, solo estaré yo y el doctor te lo prometo, por cierto me llamo Niraze y soy una halada, aunque aún no se me han desarrollado mis alas – dijo ella con la misma sonrisa.
- Yo soy Gyedou un homúnculo.
- Encantada Gyedou, sabes tienes una voz muy bonita tendrías que usarla más a menudo – dijo de nuevo sonriendo
- Eh…- no sabía que responder
Seguí ha Niraze hacia el pueblo y enseguida que llegamos nos metimos en la consulta del doctor, el de inmediato atendió mi herida y al poco rato de que acabará caí en un sueño profundo.

***

Todo estaba lleno de cadáveres de neo-humanos y elfos, una gran batalla se estaba produciendo en medio de aquel bosque, ríos de sangre se formaban delante de nosotros, mientras veíamos como compañeros y enemigos iban perdiendo la vida mientras luchaban por la sagrada tierra.

- Rolan no podemos seguir así, tenemos que volver a nuestra base y organizar otra estrategia, los elfos nos están ganando demasiado terreno.
- Tienes razón Zack, busquemos al general y retirémonos por el momento.
- ¡El general ha caído, los elfos tienen su cabeza! – se escuchaba gritar desde lejos un soldado medio herido.
- Rápido no podemos seguir aquí, ¡retirada! – dije gritando mientras sujetaba al soldado herido que había visto como acababan la vida de nuestro general.
- Rolan tu guía a aquellos, yo intentaré defender a los que están más cerca del campo de batalla.
- De acuerdo pero no hagas ninguna estupidez – dije mientras cargaba a otro guerrero y salía corriendo. Solo pensaba en una cosa en el volver junto a Jealin y Troid …

***

*OUT* Pues primer post de Gyedou. Intentaré ir hablando también un poco del pasado que tiene la parte neo-humana de él y de ese modo ir haciendo que vaya abriéndose más a las personas y que vaya creciendo su odio por los elfos. *OUT*

 

Kyo buscó la energía ilimitada a las 8:06 p. m.

 

 

 

Llevaba ya dos días en el hospital esperando a que mi padre recobrara el conocimiento, justo el día que atacaron el laboratorio donde trabajaba mi padre estudiando las escrituras del fragmento de los auranios, yo me encontraba investigando unas ruinas antiguas que tenían estatuas enormes de nuestro dios Zeromus.

***

Aquel día mi padre me pidió que me quedara con él para ir tomando apunte de las conclusiones que fuera sacando según fuera descifrando el mensaje de la piedra. Estaba orgulloso de su hallazgo, pero yo no quería ser menos, así que sin decirle nada junto a Fernow me dirigí dirección
sud en busca de otro fragmento o alguna reliquia.

- Tendrías que haberte quedado con tu padre – dijo Fernow con un tono serio
- Haberme detenido, bien que te has venido conmigo, ¿no? ¿Además no quieres encontrar algo que tenga la misma o incluso más importancia?
- La verdad es que no estaría mal, pero déjame recordar… ¿cuántas reliquias hemos obtenido? A espera es verdad ninguna, porque alguien que yo me se siempre acaba activando alguna trampa.
- No es mi culpa, están muy bien escondidas. Además ninguna de las que hemos encontrado tenían valor alguno.
- Claro que no, por eso tenían esas trampas tan bien escondidas para hacer bonito y que el primero que llegará las activara como si nada – dijo con sarcasmos.
- Hoy será distinto, ya lo verás.
- Si tú lo dices.

Finalmente llegamos a una cueva que tenía una entrada bastante bien escondida, nos adentramos y Fernow paso a su forma mágica e ilumino la cueva con su fuego.
Estaba todo muy bien cuidado y habían muchas estatuas con la forma de nuestro dios Zeromus.
- Esta vez vigila donde pisas, parece que hemos encontrado un antiguo templo de Zeromus.
- Cuantos años deben de tener estas estatuas, y fíjate hay pinturas en las paredes, y parece que forman un mensaje todas.
- Mm fíjate bien en ese dibujo – dijo Fernow colocándose justo delante de él.
- Es un planeta y en el siguiente se ve como se divide en cuatro partes y el siguiente un altar y aparece… ¡Es Zeromus!, es el nacimiento de Zeromus – dije sorprendido al ver lo que habíamos encontrado.
- Si, no hay duda es él, parece que hemos encontrado el primer templo que se formo para adorar a nuestro dios una vez que los 4 reinos fueron separado del primero de todos Aurion.
- Eso es genial, quizás encontremos algún mensaje que hable sobre Aurion – dije saltando de alegría.
- Kyenro tranquilízate y fíjate donde pisas, no vayas a meter la pata y hagas que todo se derrumba.
- Eso no ocurrirá, esta vez no voy a tocar nada.
Al poco rato de decir eso, se empezaron a escuchar disparos y explosiones que provenían de afuera, cada vez se escuchaban más cerca y las paredes de la cueva empezaban a temblar.
- No me mires así que esta vez yo no… - no me dio tiempo de acabar la frase de golpe una enorme explosión hizo que la cueva empezará a derrumbarse.
Fernow lanzo una enorme bola de fuego sobre las rocas que estaban a punto de caer encima de mí.
- Rápido no te quedes ahí parado, tenemos que salir de aquí y ver qué es lo que está ocurriendo.
- Si ya voy – dije mientras salía corriendo de la cueva esquivando las rocas que iban cayendo.
- No sé cómo te lo haces pero antigüedad a la que te le apareces, antigüedad que acaba siendo escombros.
- Esta vez no fue mía la culpa. ¡Mira Fernow! Los ataques son en el laboratorio, papa aún debe de estar allí tenemos que ir a ayudarle.
- No, espera es muy peligroso, la zona está llena de Nights.
Y cuando me disponía a ir a por mi padre una enorme explosión se pudo ver a lo lejos.

***

- Si me hubiera quedado con él, ahora no estaría así – dije furioso viendo el estado de mi padre.
- No te culpes tanto, si llegas a estar con él estarías en su mismo estado o muerto.
Entonces mi padre empezó a hablar aún algo dolorido debido a la explosión.
- Kyenro, tienes que continuar investigando el mensaje, tienes que buscar al profesor Harelf de la S. A. H. y decirle que el fragmento no fue robado del todo, antes de que llegasen al laboratorio me dio tiempo a copiar todo el fragmento y de esconderlo para que no pudieran destruirla.
- ¿Y donde lo escondiste?
- En la cámara de las antigüedades, tú ya sabes cómo es, te será fácil identificarlo de entre todos los fragmentos escritos que hay almacenados sobre la historia de Gayaldia.
- No te preocupes lo encontraré, vamos Fernow.
Y junto a Fernow abandone la sala donde se encontraba mi padre en dirección al laboratorio.

*OUT* Pues aquí el primer post de Kyenro, por esta vez os salváis que no ha aparecido ninguna chica, pero en el próximo tengo que encontrarme con Shia, ya veréis como habla jeje. *OUT*

 

Keneth buscó la energía ilimitada a las 8:06 p. m.

 

 

 

jueves, septiembre 18, 2008

 

*************

El cadáver de mi madre aún en el suelo de su alcoba yacía sangrando. Hacia un buen rato que los “polis” habían llegado y me habían echado de la habitación, yo, antes de marcharme eché otro vistazo al cuerpo sin vida de mamá y, horrorizada, dejé caer unas lágrimas agónicas por mis mejillas.
Me senté en el pasillo y me abracé las rodillas hundiendo la cabeza entre ellas, en silencio y sin pensar nada y mil cosas al mismo tiempo, estaba colapsada.
Sentí de repente que alguien se abrazaba a mí. Levanté la cabeza y vi a mi hermana Ilse con los ojos cerrados, llorando.
-Alyssa... mamá... papá...- sollozaba.
-Lo sé…-fue lo único que atiné a decir, luego abracé todo lo fuerte que pude a mi hermana y hundí mi cabeza entre sus brazos llorando.- ¿Por qué Ilse?
-Es todo... culpa mía... debí estar aquí, si hubiera estado aquí nada de esto hubiera ocurrido, ni siquiera pudimos... despedirnos de ellos.- se lamentaba aferrándose más a mi.
Me separé de mi hermana con brusquedad, ella era la mayor (por unos minutos) y por eso cargaba con todas las culpas, la miré con el ceño fruncido mientras me secaba las lágrimas con la manga de mi vestido.
-¡No digas sandeces Ilse!
-Esto no puedo quedar así... vengaré a nuestros padres.- comentó decidida con la mirada perdida.
Parecía estar fuera de sí.
-¿Cómo? ¿Con nuestros ultrahipermeganights de combate?-ironicé, aunque sabia que no era un buen momento para hacerlo.

De repente una idea recorrió rapidamente mi cabeza y me levanté de un salto dejando allí a Ilse. Corrí buscando a Marcus, él me conocía desde que era muy pequeña y seguramente podría ayudarme. Cuando le vi a lo lejos ya se iba así que aumenté la velocidad.
-¡¡Marcus espera!!-grité antes de que cerrara la puerta para que se detuviese.
-¡Esa voz! -dijo mientras se giraba- ¡Alyssa!
Marcus se giró para mirarme y yo iba corriendo tan rápido que no pude frenar a tiempo y me choqué contra él tirándole al suelo.
-Perdona.-me disculpé con una sonrisita mientras me frotaba el trasero levemente dolorido por la caída.
-¿Como te encuentras?
Sonreí con tristeza.
-Mal.. Pero bueno, no hay nada que hacer, solo vivir con ello.
-El poder tiene sus riesgos...
-Pero no se lo merecían Marcus.. ellos no le habían hecho nada malo a nadie y…-no pude contener las lágrimas.
-No llores- El seguía firme igual que Dom que no me había dicho nada aún, finalmente fue Dom quien se aproximo a mi-
-Llorar no te ayudará mejor se fuerte y sigue adelante.
-Gracias..-les dije a ambos mientras me secaba las lagrimas con el dorso de la mano.--He de pediros algo…-añadí.
-Tu dirás -dijo Marcus.
-Lo que sea -añadió Dom.
-¿Sabéis manejar Mechas, es decir, Nights?-pregunté interesada.
-Yo desde la academia que no los he vuelto a pilotar... así que de poco te serviría -dijo Marcus.
-Vaya…-agaché la cabeza y luego miré a Dom.- ¿Y tú Dom? Yo es que sé lo básico, ya sabéis que lo mío son mas las naves, pero creo que sólo pilotando naves no será suficiente para pelear.
-Yo a diferencia de Marcus presté mas atención, hace mucho que no piloto uno pero no creo que supusiera un problema para un alto mando del ejército -miro a Marcus con cara de "revisa tus fundamentos ¡ya!"
-¿Podrías darme alguna clasecita en plan cursillo intensivo?-le puse cara de pena para intentar ablandarle.
-Veras... -miro a Marcus para que le ayudara-
-Veras Alyssa, tenemos la misión de encontrar los culpables de la muerte de tus padres, si nos entretenemos ahora quizás se queden impunes... -Marcus se quedo pensativo buscando una solución.
Agaché la cabeza.
-Entiendo… no importa, ya intentaré arreglármelas, gracias de todas formas.-dije antes de girarme dispuesta a marcharme con la cabeza gacha.
-Oye Marcus, ¿y si me quedo yo, le enseño y tú mientras viajas a Gayaldia e investigas con nuestros contactos? Yo el enseño lo básico y vengo a recogerte.

Se me iluminaron los ojos.
-¿En serio harías eso Dom?
-Si Marcus acepta no hay problema.
Cogí a Marcus de las manos y le miré con los ojos iluminados.
-Porfa Marcus porfaporfaporfaporfaporfaporfa…
-Compórtate como una adulta, ¡no eres una niña!
-Marcus no seas tan duro...
-Dom, espero que le enseñes mejor de lo que podría hacerlo cualquier otro soldado, de lo contrario no pases a recogerme...
Tras esto Marcus se fue sin ni siquiera despedirse.
-¿Se habrá enfadado?-pregunté mientras le veía marcharse.
-Como si no le conocieras, en el fondo le gustaría quedarse pero el deber le llama.
-Sí lo se.-sonreí.-Entonces… ¿cuando empezamos?

********************

A partir de ese día mi vida había cambiado. Ahora, unos meses mas tarde, ya sabía todo lo relacionado con el pilotaje y el manejo de Nights gracias a Dom y estaba lista para afrontar mi nueva vida, que había cambiado de manera drástica en los últimos meses. Mi vida, que era como una piruleta recién abierta se había convertido en los restos de un chicle pisoteado en un zapato mugriento.

¡¡Alysa.. ahora empieza tu nueva vida!!


*OUT* Siento el retraso en postear pero preometo k nu vuelvo a kedarme atrás, esk estaba liada cn la teorica ya sabeis >.< espero k os guste y gracias a Bunny y nanakitooo *OUT*

 

Sobrina buscó la energía ilimitada a las 3:14 p. m.

 

 

 

Por fin conozco la academia militar de Cylon.

Había llegado por la tarde, un poco antes de la hora a la que me esperaban. Una chica, llamada Blythe, fue la encargada de enseñarme el lugar.
Por alguna razón... no podía dejar de mirarla. Su ala rota... sus cabellos... sus ojos... no hacían más que atormentarme de alguna forma. ¿Se trataría de alguien importante para la persona que ahora yo represento?
Prefiero no pensar en ello.

Una vez acomodé mis pertenencias en mi cuarto, salí a dar una vuelta. Mi misión allí requería sumo cuidado, y debía conocer a la perfección cada rincón del lugar, cada movimiento de cada militante.
Lo único que se me prohibía, era entablar una relación más allá del compañerismo con alguien. Nadie podía descubrir mi verdadero objetivo allí. Nadie.

Paseé por el lugar repetidas veces. Lo primero que debía hacer, era hablar con el dirigente. Él debía ponerme al corriente de la situación.
Entré en la zona sólo autorizada para los jefes, y me dirigí hacia él... Roy Lichtenstein, el Coronel.
-Bienvenido.- saludó sin dejar de observar unos documentos que sostenía.
-Le agradezco su hospitalidad.- comenté colocándome delante suyo.
-Veo que habéis venido antes de lo esperado. Me alegra saber que ya le tenemos aquí, Comandante Kaito.-
Sus ojos se dirigieron a mi. Se colocó en pie y me saludó llevándose una mano a la frente. Le imité y ambos descansamos.
-Quiero que me ponga al día de la situación.- comuniqué mirando por uno de aquellos cristales desde los que se podía observar a los soldados de primera clase entrenando.
-La situación.- rió. –Estamos a punto de comenzar una guerra provocada por los países vecinos. Nuestro máxima prioridad es mantener a la población al margen de este conflicto. Así como al resto de oficiales de esta academia. Sólo los oficiales generales, el teniente coronel, usted y yo debemos conocer en qué estado nos encontramos.-
-Entiendo.- asentí. –Por eso estoy aquí, a pesar de llevar tantos años retirado. Por órdenes suyas, en contra de mi rotunda negativa.-
-Sabía que no podíais negaros a venir tras conocer las condiciones con las que volveríais.-
-Supongo que un buen sueldo nunca le viene mal a nadie. A pesar de todo, mi vida como ciudadano normal y corriente no me ha traído muy buenas experiencias. La vida en este maldito país es más dura de lo que imaginaba.- musité girándome sobre mí mismo. –Lo que aún no logro entender, es por qué nadie puede saber de mi existencia.-
-¿De verdad que no lo sabes?- ironizó dirigiendo ahora su mirada hacia el ojo donde poseía la cicatriz.
-Supongo que ha sido una pregunta absurda.- me respondí a mí mismo, llevándome una mano a la cabeza.

La verdad era que yo representaba al Comandante de Cylon. Ese hombre que murió y que ahora vive en mi.
Gracias a mi distinto nombre y a un ligero cambio en mi apariencia, nadie era capaz de reconocerme. Eso era lo que me argumentaban todos los que conocían mi situación. Pero la verdad era muy diferente.
Sabía que todo era mentira. Desconocía completamente mi pasado, y eso es lo que me habían dicho desde que tenía conciencia, pero todo era mentira. Yo no soy ni fui nunca un Comandante. No sé exactamente quién era, pero estoy seguro de que nunca estuve en un lugar así.
De todos modos, prefiero no conocer mi pasado. Creo que no me gustaría saberlo.

-Coronel Roy, me retiro a mi cuarto, creo que necesito descansar. He realizado un largo viaje.- murmuré dirigiendome a la salida.
-Le espero aquí mañana por la mañana. Sea bienvenido de nuevo, y guárdela bien.- dicho esto, me lanzó una placa en forma de estrella con ocho puntas.
Aquello simbolizaba mi condición de Comandante.
-Gracias.- me despedí alzando la mano, y salí tras recibir su consentimiento.

Ahora todo empezaba de nuevo. Una nueva vida. Un nuevo trabajo. Una nueva personalidad.


*OUT* Primer post de Kaito!! espero que les guste ^^U ya queria postear, es un poco corto, pero es el primero ^.^ kiss!!! *OUT*

 

Snake buscó la energía ilimitada a las 1:44 p. m.

 

 

 

miércoles, septiembre 17, 2008

 

-Maldito universo, maldita estrella, maldita pegatina de la guantera, maldito botón de encendido, maldito asiento, maldito… -murmuró Avalon tras aceptar la nueva caza.
-Venga venga, no te quejes, esto es por poder llegar a fin de mes –Shigu, la mascota de Avalon, daba pequeños brincos encima de la cabeza de su amo tratando de liberar su creciente malhumor.
-Como se supone que yo, el gran, el magnífico Avalon, el cazador de oro, tenga que aceptar… ¡esta memez! ¡Es imperdonable! ¡Es bochornoso! ¡Humillante!-esgrimió con el dedo índice sobre el panfleto donde se rogaba encontrar una mascota.

En dicho papel se indicaba la siguiente descripción:

Su nombre es Rosa Estrella, amable, cariñosa, su cuerpo parece de algodón.
Sus dueños la echan terriblemente de menos, y la recompensa es más que cuantiosa para aquél que logre regresarla a su hogar.

-Haberlo pensado antes de comprarte ese traje que sobrepasaba pavorosamente de tu sueldo –le miró de reojo Shigu, con una sátira que se clavó cual flecha traicionera en la espalda de su amo.
-Pero es que… no pude evitarlo… estaba pidiendo a gritos que lo comprase… -Avalon esbozó la misma cara de pena, lástima y desasosiego que el día que su amado traje, uno de tantos miles, tubo la fatídica suerte de cruzarse por su campo de visión.
-Que yo sepa los trajes no hablan… -el especial tono de reproche que aplicó al rebatirle volvieron a patear la dignidad de Avalon, quien, afligido, sacudió el papel de “se busca” dándose por vencido frente a sus “pequeñas” excentricidades.

* * *
-Shigu…
-Avalon…
Ambos, maestro y mascota, se encontraban corriendo por una zona desierta de planicies arenosas con un número reducido de árboles secos, los cuales estaban esparcidos de forma aleatoria. Al cruzarse sus miradas, las palabras no fueron necesarias, pero aún así, Avalon, quien no sabe callarse ni bajo el agua atado con correa y bozal y con calcetines en su boca, clamó a su compañero o, cualquier espontáneo que pudiese escucharle, sus primeras impresiones acerca de la presente captura del día:
-¡¿PERO QUIEN COÑO TIENE LOS SANTOS HUEVOS DE TENER UNA MASCOTA DE VEINTE METROS?! ¡¿Y POR QUÉ DIABLOS NO LO PONÍA EN EL PAPEL?!
-Bueno, al menos no nos ha costado mucho encontrarla ¿no? –Shigu se rió sonoramente, para él todas las situaciones que salían de la norma eran una fuente de diversión, aunque su amo pensara completamente diferente.
-Pero que gracioso… -Avalon encontró un momento para mirarlo con cara de asqueado mientras ambos corrían como si les persiguiera el diablo- Oh no… ¡oh no! Estoy empezando a sudar a raudales… y si sudo mancho el traje, luego apesta, y si apesta me cabreo, y si me cabreo…
Se detuvo produciendo una impresionante derrapada con las suelas y levantando un humo que ocultó su figura unos breves instantes, en disiparse, se puso las manos en dos fundas atadas a la cintura y sacó dos pistolas haciéndolas girar con sus dedos, a modo de eje, hasta que se colocó en una elegante pose osada. La criatura, perdón, mascota de veinte metros se aproximaba entre zancada y zancada. Cada paso que daba la tierra temblaba, ya sólo faltaban escasos metros hasta que el enfrentamiento entre el cazador y su presa se hiciera inevitable cuando…
-Nooooooo, ¡si la matas te quedarás sin el dinero! –Shigu le dio una terrible patada con una de sus largas patas posteriores para hacerle recobrar el juicio al idiota de su amo.
-¿Quien ha hablado de matarlo? ¡Lo voy a pulverizar! –Avalon apretó los dientes, frunció el ceño, extendió los brazos y puso sus dedos en los gatillos tras quitarles el seguro.
Una gota de sudor se deslizó pesadamente sobre la sien, la tensión ante la llegada de la abominable mascota acrecentaba a cada segundo. Shigu vio la gran metedura de pata que estaba a punto de cometer y, solventó en deslizarse encima de los hombros de Avalon, acercar su pequeña boca negra y pronunciar las palabras mágicas que tan buen efecto surtían en el cazador:
-Tienes una arruga en el traje…
-¡¿Qué?! ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde la tengo?! ¡El mundo llega a su fin! ¡Voy a morir! ¡No puedo luchar con una arruga en el traje! –Avalon se hundió en su propia desdicha, apartó su mirada del mundo y de su enemigo.
En ese momento Rosa Estrella apareció cual Julieta corre hacia Romeo, sólo hizo falta levantar la pata para tratar de coger al desconsolado cazador para mandarle de un porrazo unos cuantos metros más allá de donde se encontraban. Pero como todos los tontos tienen suerte, Avalon cayó justamente, como si Dios así lo hubiera querido, al lado del “Soul of Sword”, su gigantesco mecha de batalla.
Tras repetidas bofetadas de Shigu, quien había volado también a lomos de su amo tras el tremendo golpe de amor de la cariñosa Rosa Estrella, logró por fin que Avalon recuperara los sentidos.
Medio lloriqueando por los notorios daños que había sufrido su querido traje, subió a la cabina de pilotaje del Sword. Puso el sistema en marcha y salió al encuentro del causante de su eterno dolor. Shigu se subió de nuevo a su cabeza, preparado para fusionarse con el Soul of Sword a la orden de Avalon.
-Shigu, preciso de tus habilidades.
-¡A la orden!
Shigu se fundió con el sistema de control del “Sword”, de modo que el mecha pasaba a heredar sus habilidades mágicas en combate. Algunos de los modelos de Sword incorporaban esa posibilidad siempre que un piloto poseyera un compañero que ofreciera esas especiales características.
-Bien… ¡Procedamos a la captura! Canalización de la magia activada. ¡Sable de Hielo!

* * *

Una vez Avalon se hubo puesto en serio, no les costó demasiado trabajo agenciarse con la recompensa de forma satisfactoria. Sin más contratiempos, pusieron rumbo a Gayaldia tras completar la misión en Cylon, pero, en el transcurso de su trayectoria de regreso a casa, en la periferia de Priarius, observó una nave de proporciones considerables la cual parecía estar transportando alguna mercancía en el más estricto de los sigilos.
Pero como le importaba un pimiento lo que sucedía a su alrededor, hizo caso omiso a tal evento. Siguió navegando por el espacio con el “Soul of Sword” montado en la tabla especialmente diseñada para ese modelo.
-Siempre nos acercamos tanto a Priarus cuando salimos a acometer misiones en el exterior, que cualquier día nos va a pillar algún neo-humano… ya sabes que muchos de ellos odian a los de Gayaldia. –expuso el pequeño Shigu, al parecer, él si se preocupaba de la inminente guerra que se perfilaba a la vuelta de la esquina. Pero Avalon no atendió a la advertencia y siguió pensando en el dinero de la recompensa.

 

Lelouch buscó la energía ilimitada a las 9:32 p. m.

 

 

 

Tenía que ser veloz, tenía que acabar rápido. Un fallo era fatal.
Guantes, mascarilla, ropa de oficio…
¡Todo listo!

Y tras eso, la gloria.


Miles de distinguidas personas de todos los planetas, venían a ver al conocido músico Mocker, es decir yo. Aunque realmente no se que me veía la gente, si amaba la música más que a anda…pero realmente no creo que sea tan alucinante.

Esta vez tocaría el piano. Gracias a mi característica y carismática cola, podía tocar con UN…”dedo” más, es decir eso de ser neofelis me dio un nuevo repertorio para la música, añadiendo la cola a la lista y dándole trabajo que hacer en cada instrumento y cada canción.

Me senté frente el piano, y el concierto empezó…

(. . .) FLASHBACK

Entré en la tétrica habitación, solo se me veían los ojos, y gracias a la oscuridad ni siquiera se podían descubrir las extremidades más características de neofelis. Ahí sentado en un pequeño claro de luz, se encontraba él, Gotrek Rizlt, el hombre más importante de la ciudad, importante y rico. Estatura media y de unos 50 años, fácil.- ¿Eres tu Blair?
No era necesario responder, así que simplemente asentí.
- ¡¿Qué significa ese holograma que mandaste?!- tiro el holograma al suelo y volvió a reproducirse.

Mi nombre es Blair Feicher y a puesto que solo por mi nombre ya me conocerá. Esta noche me citare con usted en el número 109 de su misma calle, es una nave oscura. Me han contratado para matarle y quiero negociar con usted antes que nada. No traiga guardias, entonces será peor y no le daré la opción a negociar. Gracias por pastarme atención. Nos Vemos esta noche a la 1:00.”

- ¿No esta lo suficientemente claro señor?
-¡Claro que sí! Pero …¿Qué clase de broma es esta?...
-Ninguna.- dije secamente.
- Entonces…voy…a…- su rostro palideció.
- ¿Quiere morir?
-¡¡Claro que no!!
- Será mejor que negociemos señor Rizlt.- afirmé tomando asiento en la oscuridad de la habitación.

(. . .)

La música seguía, las canciones eran aplaudidas y yo me sentía idealizado viendo que a tanta gente le agradaba mi música.
Tras el piano fue el chelo, tras el chelo el violín, el arpa…. Sabía tocar toda clase de instrumentos por que ellos y las melodías eran mi vida.

Lo único que amaba la música, lo único verdaderamente admirable en este cutre mundo.
No sé como seres tan patéticos como los del público, podían realmente apreciar lo que la música significaba… realmente creo que ni tan solo yo lograba a comprender en cierta manera eso.
La música era una ciencia, una ciencia compleja que se toca el corazón.
Expresa tus sentimientos y tus desgracias, se refleja tu mundo, tu personalidad. Pero tiene la peculiaridad de sonar infinitamente mejor si se goza de un dolido corazón roto.
¡Esas son las melodías que valen la pena de escuchar!

(. . .) FLASHBACK

La conversación fue tensa y larga. Quería saber el nombre de mi cliente pero, eso es claramente confidencial. Finalmente intento negociar conmigo, contratar mis servicios y eso ya dio más resultado. Me rogó clemencia por su vida, finalmente pidió lo que esperaba.
Puso una bolsa de joyas preciosas abierta sobre la mesa. La observe interesado.
- Es tuya si me perdonas la vida y matas al cretino que te mando esto. – me propuso.
Esto se ponía interesante.- ¿Solo eso?.- protesté buscando una mayor oferta.
No costó mucho convencerle, pues seguidamente saco dos bolsas mása del mismo calibre.
-Bien, ¿entonces eso por matar al que me contrato?- pregunte cogiendo una de las bolsas y observando detenidamente su contenido.
- Así es.
-Por MATARLE… ¿no?-insistí.
- Dije que .- mustió autoritario.
Alargué la mano y guardé las bolsas, acto seguido le ofrecí mi mano para cerrar el trato, el la tomó.
-Trato hecho.- un colmillo se asomo en mi cara al dibujar una maliciosa sonrisa en ella.
El no tubo tiempo a reaccionar, pues la púa fue tan rápida y el veneno tan potente que cayó fulminado al suelo.
Ahora solo quedaba cumplir mi trato, matar a quien me envió a por él, dije que le mataría… no que le perdonaría la vida… eso significaría faltar a mi palabra y a mi trato con la otra persona. Rápidamente me dirigí hacia donde se encontraba la persona con la que trate, su muerte fue la misma, veneno, era un método efectivo y que te hacia pasarlo mal. Primero los mareos, luego la falta de aire y luego finalmente el corazón paraba…. O eso suponía, puesto que yo nunca probé uno.

Otro trabajote Blair terminado exitosamente y con una grata recompensa, ahora iba Mocker, así que me dirigí rápidamente al auditorio…

(. . .)

Por fin termine mi concierto de instrumentos variados. La gente gritaba, aplaudía, al escenario, caían flores de toda clase, y yo me levanté a saludar a todos con una sonrisa en la cara. Con cortesía me despedí de todos y tras que me dieran un ramo de flores me dirigí a mi camarote. Allí yacía aun la oscura ropa de Blair tirada al suelo.

La recogí plegué y la guardé, y cogí de sus bolsillos el preciado botín conseguido ese día. Luego marché a mi casa árbol, entre sin parar mucha atención al monótono desorden de la casa y tire en la cama cogiendo el botín entre mis manos. Lo admire y sonreí de oreja a oreja.

Blair y Mocker siempre juntos y siempre triunfantes.



*OUT* Pues nada espero que nosea complicado comprender la bipolaridad de Mocker xDDDDDDD y ordenar los hechos que se muestran completamente caóticos y deordenados xDDU....espero que os guste Mocker... a ver si lelga Hiro y entra en accion Horo!*OUT*

 

Ren buscó la energía ilimitada a las 11:19 a. m.

 

 

 

¡Formen!
¡Saluden!
¡Descan~sen!


Y comenzaba el día en la Academia Militar de Cylon. Pasos de cientos de estudiantes, todos ellos sincronizados, pisando a la vez. Órdenes que había que cumplir sin rechistar y, de vz en cuando, alguna reprimenda para los más rezagados.
En esto, el lugar se parecería bastante a los barracones de cualquier ejército; sin embargo, en una Academoa se entrenaba la mente, además del cuerpo.
Los que salieran de aquí no serían mera "carne de cañón"; pasarían a formar parte de la administración del ejército, simplificando, "los de arriba".

Yo estaba muy orgullosa de haber conseguido entrar a la Academia, especialmente teniendo en cuenta mi...pequeño problema.

Sabía que no llegaría a un puesto muy, muy alto dentro del ejército faltándome un ala, pero aún así, aspiraba a un puesto tranquilo tras la línea de fuego, dedicándome a la estrategia, ¿quién sabe? ¡Aún era pronto para pensar en ese futuro lejano!

Y no es que me gustase matar gente, ni mucho menos. El ejército en esos momentos proporcionaba orden y estabilidad al imperio, protegía a los más altos cargos y velaba por la seguridad de todos; un (utópico) "ejército de paz".

¡Qué ingenua es la pequeña Blythe! Estalló una guerra; algún día tenía que ocurrir.

Los fragmentos...
Aurion...
La tecnología...


Nos daban cientos de explicaciones de por qué teníamos hoy que luchar contra los que ayer eran nuestros aliados.

-Recluta Dmire-me llamó un oficial, acercándose a mi lugar en la fila.
-¡Sí!-me giré bruscamente, y con mi (única) ala, barrí sin querer a uno de mis compañeros a mi lado. Sólo la suerte quiso que no ocurriese un vergonzante "efecto dominó" en toda la hilera de alumnos.

El oficial suspiró resginado y escuchó mis disculpas.
-¿Has acabado?-dijo al final.
-Nn...Sí.
-Tienes que encargarte de un trabajo-me indicó que lo siguiera con un gesto.

Un trabajo, un trabajo...¿qué mas daba si Blythe se saltaba los entrenamientos? ¡Nada! Como ella sólo tiene un ala...Tampoco pasará nada, ¿no?

No me convencían sus aclaraciones de que yo era la más apta para el trato con los nuevos alumnos, por mi grado de "comunicación" y de "empatía".
Probablemente YO era la persona menos comunicoempática de toda la Academia.

-Te presento al nuevo recluta. Por favor, enséñale la instalación y ayúdale a adaptarse-dijo el oficial, dejándonos solos.

Miré al nuevo en silencio.

-Encantado, soy Kaito Hellsky.- dijo extendiendo la mano hacia mi. 
Se la estreché.
-Mi nombre es Blythe Dmire, bienvenido a la Academia-carraspeé-.Pero aquí usamos el saludo militar, para la próxima vez.

El joven rió de forma extraña y se llevó una mano a la cabeza, saludandome esta vez de forma correcta.
-Perdona la pregunta pero... ¿eres tú mi guía?- 
-Así es-asentí-.Cualquier duda que tengas, hoy o a lo largo de estos días, por favor, no dudes en preguntarme.
-Entiendo...- murmuró en baja voz mientras me seguía. 
-¿Estás conforme de tenerme como guía?-le espeté, un poco inquieta por su reacción.
-¡Claro! ¡claro!- afirmó colocándose a mi altura. -Sólo que... no esperaba encontrarme a alguien como tú en este lugar...-  
-¿A qué te refieres?-cada vez me intrigaba más ese chico.
-Nada, olvídalo, sólo estoy un poco... desorientado.-  

Sacudí la cabeza y seguí caminando hasta llegar al pie de una torre; desde allí arriba le enseñaría toda la Academia.

-Espérame arriba, por favor-le hice un gesto indicándole que volase hasta la cima.
Entonces fue cuando le miré bien por vez primera, y vi que era un homúnculo.

Esbocé una leve sonrisa avergonzada.

-Parece que tendremos que usar ambos la escalera...-murmuré.
-¿No debería utilizarla sólo...?- murmuró mirandome con más atención. 
-Deberías-dije, tensa-.Pero la realidad es muy diferente-sin más, me giré y comencé a trepar.
-Oye, siento mi comentario, no pretendía burlarme ni nada de eso.- intentó disculparse mientras trepaba detrás de mi. 
-No te preocupes-le resté importancia, para así cambiar de tema cuanto antes-.¡Ya casi estamos! La vista es muy buena.
-Parece que tenías razón. Desde aquí podemos verlo todo, y a todos.- 
-Sí-asentí y pasé a indicarle qué eran cada una de las instalaciones que se veían.
-Parece interesante...- comentó de nuevo como ido. -Dime Blythe, ¿cuál es tu cargo en este lugar? ¿guía de los nuevos reclutas?-  
-A veces los reclutas veteranos nos encargamos de guiar a los nuevos-expliqué-.A veces.  
-Pero entonces... ¿cuál es tu verdadero puesto de trabajo?- 
Suspiré fuertemente.
-¡Soy un recluta! Como tú.

Kaito dió un paso atrás, y entrecerró los ojos.
-Creo que nos llevaremos bien.- dijo con tono irónico.
Ladeé un poco la cabeza.
-¿He dicho algo inadecuado?-pregunté, confusa. No conocía a demasiados Homúnculos...
-No, sólo que... creo que eres un poco apática con la gente, ¿me equivoco?-   
Le miré, impasible.
-Sí. No es nada personal.   
-Bien... ¿podrías llevarme a mi cuarto? creo que ya he visto suficiente.- me miraba de forma extraña, sin quitarme un ojo de encima, y su respiración era un poco exasperante.   

Bueno, Blythe, está claro que has hecho un nuevo amigo...Esa mirada extraña y las ganas de alejarse de ti son la prueba.

-Cómo no-suspiré, dándome la vuelta-.Las habitaciones están localizadas en cuatro secciones, el primero...
No pude continuar, perdí el equilibrio al girar bruscamente...

Precipitándome al vacío.

Moviendo mi ala bruscamente en el aire conseguí dar la vuelta sobre mí misma y aferrarme a la escalera con una mano. Kaito se agachó más rápido de lo que pude darme cuenta, y haló de mi con una fuerza impresionante.
-¿Estás bien?- preguntó una vez estuve a salvo.      

Me mantuve en silencio, meditando, sin quitarle la vista de encima.

Si reconozco que he metido la pata este novato va a perderme el poco respeto que parece tenerme...

Puse cara de fastidio.
-Pues claro, recluta, ¡¿no ves que estaba bajando?! Y tú me has vuelto a subir, lo que hay que ver...
-Perdona, me pareció verte en apuros.- musitó haciendo incapié en la última palabra.-La próxima vez te preguntaré antes de actuar.-
-Veremos si es verdad-contesté con la cabeza muy alta, y comenzando a bajar por la escalera.

No lo sé, puede que el chico esté nervioso por haber llegado a un sitio nuevo...
No he hecho nada para causarle antipatía...
¿O sí?

¡Bah! Creo que él es así, y ya está.



//Out// Mil gracias a Bunny ^^!! Espero que el post este decente, ultimamente no estoy muy brillante yo ¬¬U aunque como es el primero me perdonareis, verdad? =3 XD //Out//
      

 

Kaori buscó la energía ilimitada a las 12:32 a. m.

 

 

 

martes, septiembre 16, 2008

 

Objetivo en su lugar. Cebo en su lugar. ¡Yo en mi lugar! ¡Acción!

Una muchachita pequeña, de cabello negro y orejitas de gato comenzó a llorar, desconsoladamente. Un hombre que parecía rico pasaba a su lado y se sobresaltó al verle, yo eché a correr hacia ellos y lo señalé.
-¡¡¡TÚ, MALDITO DESCARADO!!!-Exclamé.- ¡Te he visto, le has robado todo su dinero a esa pobre chica!
-¿Yo? ¡Yo no he hecho nada!-Gritó éste, y al oirlo la chica lloró más todavía.
Ha sido él! ¡Me lo ha quitado todo!- y lloró con más fuerza aún.
El hombre asustado y sobresaltado, va hacia la pequeña y la coge por los brazos:
-¿Qué estás diciendo? ¡Yo no te he hecho nada!-
-No me haga daño por favor, ya le he dado todo lo que tenía...- rogó ella entre sollozos.
-¡Sueltala, maldito!-Exclamé, señalándolo.- ¡Policias, guardias, que alguien ayude a esa pobre chica!

La gente del pueblo que había visto la escena, miraba al hombre con cara de asco e incluso, había algunos que se paraban a un lado y sacaban sus dispositivos de comunicación.
-¡Yo no he hecho nada!-gritaba el hombre nervioso mirando a su alrededor-¡callaos niñas, no digais mentiras!
-¿Mentiras?-pregunté, desolada. La chica se abrazó en mi y comenzó a llorar más.- ¡Ha venido a la ciudad para conseguir dinero para pagar el tratamiento que requiere su familia, están muy enfermos! ¡Y usted... usted! ¡¡¡¡¡DEVUELVA EL DINERO!!!!!
-¡Pero...!-Exclamó el hombre.
-Que vergüenza...-masculló una mujer que pasaba.
-Rata.-espetó otro que caminaba, pero se paró.
-Yo... yo... yo no he hecho nad...-tartamudeaba él.
-¿estás llamando mentirosas a estas niñas tan inocentes? ¡Vergüenza debería darte!-exclamó la mujer
-¿Cuanto?-gruñó el hombre, tras acercarse a nosotras.

Poco tiempo después, esa chica y yo caminabamos lejos de aquel lugar. Lanzaba al aire la bolsa llena de dinero que aquel hombre nos había dado, mientras reía. Luego giré mi rostro hacia Kuea quedando las dos muy cerca.
-¡Has estado genial!-Le chillé.
-¿Tú crees? Debería dedicarme a esto de actuar y dejarte tirada...-bromeaba Kuea entre risas mientras corría huyendo de mí.
-¿Para que luego te exploten como si fueses una muñeca?-Exclamé, luego corrí tras ella.- ¡Para eso te exploto yo!
-Hoy hemos ganado mucho dinero, ¡cada vez elegimos mejor a nuestras victimas!-dijo Kuea emocionada mientras me quitaba la bolsa del dinero y empezaba a examinarla.
-La próxima vez podremos hacer algo mayor.-Respondí.- Tú tienes la habilidad para eso.
-Me siento halagada...-comentó Kuea entre risas-algo mayor, ¿eh?... ¡me gusta la idea! Tenemos que ir a un sitio importante, buscar a alguien con mucho dinero... un empresario o... ¡o un miembro del Gobierno! Tenemos que hacer muchos planes... pensar el lugar, la forma, tenemos que estudiarlo muy bien y...-Kuea se estaba volviendo loca con la idea, se le veía muy emocionada.
-¡Si, un tio del gobierno!-Exclamé, luego saqué una peluca de hombre y me la puse. Luego en mi mueca apareció una mueca de tio-importante-de-negocios.- Uno así.
-¡Jajajaja! ¡Arriba las manos, esto es un atraco!-reía Kuea mientras me apuntaba haciendo una pistola con sus manos.

Comenzamos a reírnos hasta más no poder y nos tumbamos a la sombra de un árbol.
-Pero para poder preparar todo eso antes tenemos que descansar...-dijo Kuea agotada-¿en qué nos vamos a gastar todo este dinero?-preguntó sacando una moneda de la bolsa.
-¡Comida!-Exclamé levantando un brazo.- ¡Y COMIDA!-Levanté el otro.- ¡Y COMIDA!-Levanté las piernas.
-Tú siempre pensando en lo mismo... de acuerdo, en el próximo pueblo compraremos mucha comida y guardaremos dinero para dormir en una cama de verdad, ¡en un hotel!-Se le hacía la boca agua sólo con pensar en una buena cama, y era normal, llevamos semanas durmiendo en tristes camas improvisadas.
-Un hotel... ¡¡¡CON COMIDA!!!-Exclamé, echándome sobre ella.
-¡Sí!, ¡Y alguien que nos la sirva! Con todo el dinero que hemos conseguido hoy nos podremos dar una buena comilona... ¡y en la cama!-dijo mientras me inmovilizaba poniéndose sobre mí.
-¡Ah!-Chillé, haciéndome la victima.- ¡No me hagas daño, pervertida!

Entonces cogió mi peluca de “tío del gobierno” y me dijo intentando aguantar la risa:
-No te resistas... si no te voy a hacer daño...-Y comenzó a hacerme cosquillas mientras me mantenía inmovilizada con las piernas.
-¡AY, AY, AY!-Chillé.- ¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!! ¡Paaaaa... PARA PERVERTIDA!
-¡No te escaparás! Soy un importante-hombre-de-negocios y puedo hacer contigo lo que quiera... ¡JA JA JA!-respondió Kuea mientras se reía maliciosamente.
-¡Socorro, SOCOOOOORRO~!-Exclamé, entre risas. Pero de golpe me coloqué boca arriba, saliendo de su tecnica y le sujeté los brazos.-
-¡Eh!, ¡No vale!, ¡tiene que ganar el hombre de negocios!-protestaba Kuea sin parar de reir.
-¡Pero hay veces que ganan los buenos!-Exclamé, conseguí dejarla contra el suelo y yo quedé encima. Luego le guiñé un ojo.- Hombre de negocios.
-Vaaaale, vale, ¡me rindo!, estoy cansadísima-admitió ella-¿que tal si nos ponemos en marcha hacia el próximo pueblo?...habrá comidaaa...- reía mientras trataba de hipnotizarme
-Comi...-musité, embobada.- ...da... ¡¡¡VAMOS!!!

Tiré de su brazo y la levanté de golpe, luego eché a correr llevandola conmigo.

Out: Presentación de Naz, gracias Kuea!

 

Lau buscó la energía ilimitada a las 11:41 p. m.

 

 

 

Iniciando el sistema...

.................
..
.


-Hoy es 24 de Agosto, son las 7:00 horas y el tiempo parece estar muy caluroso.- anuncié incorporándome.
Me encontraba en el baúl de mi habitación, allí donde guardaba todo lo relacionado con mi vida desde que había despertado. Me había quedado dormida dentro de él, pero eso no importaba. Podía dormir en cualquier lugar. Dormir es una forma de expresar mi capacidad de desconectar temporalmente, sin desactivarme, para ahorrar energía.

“Gin es mi amo, la persona que me creó. Sólo soy una máquina, sin corazón... pero... a cambio de eso, los seres como yo son capaces de vivir mucho más tiempo que un humano. Mi edad está valorada en los 17 años, mi mentalidad y mi físico corresponden a esa edad. Mi sistema es el más avanzado hasta el momento. Tiene una gran capacidad de memoria, e inteligencia artificial. También poseo un amplio espacio para la inteligencia emocional. Puedo pensar por mí misma, y sentir cosas... incluso dolor.
Desconozco la forma de desactivarme o cargarme, ya que cuando estoy en dicho proceso, mi sistema se paraliza para poder cargar. Lo único que sé es que la energía que necesito es la humana, aunque también puedo funcionar con energía alfa.
A pesar de todo no soy más que eso... un geadow. No tengo familia biológica, ni recuerdos de cuando tenía menos edad, ya que no existen. Yo, vine al mundo con 15 años, y desde ese momento vivo junto a Gin, mi creador, mi amo...”


Ya me había encargado de ventilar todas las habitaciones principales, cuando llegó Gin, antes de lo que esperaba. Le recibí y le informé de la situación en la casa. Luego le acompañé a revisar unos mensajes, y tras un descuido mío, quedé descargada. No sé cuánto tiempo pasó, pero al abrir los ojos allí me encontraba, en aquella camilla donde le había visto por primera vez.

-¿El día libre?- me pregunté, confusa.
Hacía tiempo que no disfrutaba de esos días... a mi no me importaba pasar todos los días trabajando junto a Gin, no me cansaba.
Me fui a mi cuarto tras hablar con Gin, me había dicho que saldría conmigo, a donde yo quisiera... pero... ¿qué lugar era el adecuado?...
Tras varios minutos pensativa, Gin tocó en mi puerta y entró.
-¿Lista?-preguntó, con una sonrisa. Se había cambiado de ropa, ahora vestía como un joven que no parecía de su posición.
-Estás muy guapo Gin.- dije acercándome a él con una sonrisa. -Pero me temo... que... no estoy a la altura.- musité fijándome en mi atuendo.
-Claro que lo estás.-respondió, luego ladeó un poco la cabeza.- Estás preciosa. Pero... si quieres podemos comprarte algo de ropa. La verdad es que hace mucho tiempo que no te compro nada.
-¿Comprar? ¿Ropa? ¿Para mi? ¡No! No es necesario, me siento bien con esta que tengo.-
-¿No te gustaría tener más vestidos y otras ropas?
-Si... pero no quiero gastes dinero en algo innecesario.-
-No es innecesario, es algo para ti.-
-Es lo mismo.- reiteré aún sonriéndole.
-No lo es.-se limitó a responder, luego se giró hacia la puerta.- ¿vamos?-
Asentí, y caminé hasta la puerta, abriéndola.
Salimos de la casa y comenzamos a andar. Yo permanecía un poco alejada de Gin, con la mirada fija en el suelo, no sabía si podía incomodarle que le vieran conmigo. De todos modos, estaba feliz, porque estaba paseando junto a él.
De pronto se detuvo hasta esperarme y comenzó a caminar a mi lado, colocó su mano en mi hombro lo cual me hizo mirarle.
-¿No te gusta pasear?-preguntó él.
-Sí.- afirmé sonriente. -Sólo que... no sé si te gusta que me vean contigo, a lo mejor te incomoda...-
-¿Cómo me va a incomodar?- preguntó, luego se agachó hasta poder decirme al oído.- Muchos me envidiarán porque como eres tan bonita, querrán estar en mi lugar.-
Escuchando aquellas palabras de Gin sentí cómo me estremecí ligeramente. Me llevé una mano al pecho, y sonreí. Podía sentir una gran calidez...
Ahora me sentía un poco más segura. Así que caminé un poco más cerca de él sin sentirme mal por ello.
-Y...-comentó, mientras estiraba sus brazos.- ¿Sabes a donde quieres ir?
-Creo que...- dudé por un momento. -Quiero ir a ese bar de ahí.- señalé con la mano.
Se trataba de un bar llamado "Smile and Eat".
-He visto la propaganda de una gran fiesta que se celebra aquí esta noche. Decía que habría música, comida, y mucha diversión.- comenté mientras cruzaba la calle.
-Ohh, genial.-Respondió, mientras se acercaba junto a mi.- Creo que oí hablar de este sitio una vez también.
Entramos en aquel bar, y nos sentamos junto a una barra muuuuy larga. Enseguida una muchacha muy guapa nos dio la bienvenida, y se acercó a nosotros con una libreta y un bolígrafo.
-¿Ya han decidido que van a tomar?-dijo la muchacha con una alegre sonrisa.
-Me gustaría tomar una limonada bien fría.- dije cortésmente.
-Enseguida.-dijo ella.-¿Y usted caballero?-dijo la chica girándose hacia el rápidamente y golpeándome con una de sus largas coletas.-¡Ay lo siento mucho!-se disculpó apretando fuertemente los ojos.
-¡No te preocupes! ¡No pasa nada!.- musité por lo bajo un poco cortada.
La chica se sonrojo un poco he hizo una pequeña referencia para disculparse.
-Yo nada.-respondió Gin, sonriendo suavemente.
-Una limonada pues, ¡marchando!-dijo girándose alegremente y dándonos esta vez a mi y a mi acompañante con sus coletas.
Gin cerró los ojos cuando recibió el impacto, pero cuando me giré hacia él los abrió y le sonreí tímidamente, levantando un poco los hombros.
-Parece muy divertida ¿verdad?- comenté para suavizar un poco la situación.
-Sí.-comentó Gin.- Mientras no me clave el bolígrafo, todo bien.
Me llevé una mano a la boca y comencé a reir disimuladamente.
La chica volvió a aparecerse ante nosotros, con la limonada.
-Muchas gracias.- comenté tomándola.
-No hay de qué.-dijo sonriéndome. Cuando fue a marcharse pasó otro camarero y la arroyó haciéndola caer sentada sobre las piernas de Gin. Ella se levantó de un salto tremendamente sonrojada.-Perdonperdonperdonperdonperdon.-dijo muy rápido.
Cuando la chica cayó sobre Gin, me llevé inconscientemente las manos a la boca, y abrí mucho los ojos.
-No pasa nada.-Se limitó a responder Gin, luego la miró y le sonrió levemente.
La muchacha se marchó rápidamente con la cabeza agachada.
-Vaya.-comentó Gin, cuando ésta se marchó.
-¿Estás bien?- pregunté confundida por lo que había sucedido.
-Simplemente me ha caído en las piernas.-comentó, mientras miraba el lugar.- No es como si me hubiera caído en la cabeza, así que todo está bien.
Al acabar la limonada, vi como la muchacha volvía a acercarse a nosotros.
La chica se acercó con la cabeza medio agachada.
-Esto.. disculpen...-
-¿Hum?-preguntó Gin.- Pero levanta la cabeza, no pasa nada.
La camarera levantó la cabeza y nos miró a ambos.
-Verán es que esta noche el local celebra una fiesta y pues.. me preguntaba si les apetecería venir, a modo de disculpa están invitados no tienen que pagar la entrada ni nada.-dijo entrecortada.-Voy a actuar y...
-Me gustaría mucho venir, ¿puedo Gin?- pregunté mirándole.
-Hoy es tu día libre. ¿recuerdas?-respondió.- Claro que puedes.
-Pero... tú... ¿vendrás también?- dije entrecortadamente.
-¿Quieres que venga?-
-Me gustaría mucho que me acompañaras- dije volviendo la mirada al suelo.
-Pues aquí estaré.-respondió él, tras eso miró a la chica.- Me gustaría ver como actúa nuestra joven amiga.
A la camarera se le iluminó la cara.
-¡¡Me alegra mucho que vengan!!
Miré disimuladamente a Gin, y luego a la camarera. Un ligero ardor en el pecho me incomodó. ¿Qué me pasaba? Nunca había experimentado algo así... ¿debería preguntarle a Gin?... No... mejor no le molesto con mis cosas, bastante hace ya por mi...


*OUT* Aqui el primer post de Kin ^.^ a mi me gusta muxo este perso, espero que a ustedes tb!! kissu a todos!! *-* que buen camino esta siguiendo el rpg!! *OUT*

 

Shana buscó la energía ilimitada a las 11:29 p. m.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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