sábado, febrero 21, 2009

 

Aunque me llevo ir muy lejos, finalmente hice un descubrimiento que valió la pena. ¡Al fin, un fragmento verdadero de la placa de los Aurion! Pero me había costado otra discusión con Winder.
-¡¿DESDE CUANDO SE SUPONE QUE YO ME ENCARGO DE DISTRAER A LOS DEMÁS?!-me gritó, después de yo salir.

En ese momento la estructura se derrumbó, sin hacernos daño a ninguno. La cara de Winder se desencajó aún más, mientras observaba como todo caía con los ojos y la boca muy abiertos.
Y desde entonces no me habla…

Ha pasado casi media semana y no me ha dirigido la palabra en todo el camino hacia la Sociedad de Arqueólogos e Historiadores. Realmente me odiaba. Pero al menos ahora no tenía la cara desencajada, simplemente no me miraba y estaba muy serio, más de lo normal, por lo que realmente me inquietaba verle así.
Suspiré y le llamé entonces, pero giró la cara ignorándome y me detuve en seco. Lo miré fijamente, mientras notaba como cada vez estaba más enfadada.
-¡Pero reacciona ya, larguirucho estúpido!-Le chillé, desde la lejanía, pero no hizo ningún gesto.

Apreté los dientes y le ataqué por la espalda. Sin embargo, con un suave movimiento me esquivó y quedé unos metros por delante de él. Pude ver sus ojos entonces y se clavaron en mi, como cuchillas.
Pasó a mi lado y no pude hacer otra cosa que seguirle con la mirada, luego agaché la cabeza y continuamos nuestro camino sin más problemas.

Para cuando por fin llegamos a la SAH yo estaba desanimada, aunque aparentemente pareciese seria. Hablé con una de las secretarias y poco tiempo después estaba frente a Harelf, el miembro de la sociedad que me iba a atender aquella vez.
Cuando estaba en frente de aquel hombre, miré de reojo hacia atrás y vi a Winder apoyado en la pared, con la mirada esquiva. Suspire y comencé a mostrar el fragmento, mientras los ojos de Harelf comenzaron a brillar. Poco a poco, comencé a explicarle todos mis hallazgos sobre aquella pieza, dejando claro que se trataba de un objeto original.
Mientras seguia hablando con el profesor, por fuera se podia escuchar la voz de un chico discutiendo con la secretaria gritando que tenia que ver urgentemente al profesor Harelf.
- Me da igual si está ocupado, esto es una urgencia - es escucho el chico gritando mientras la puerta se habria de golpe

Me giré levemente, observando al muchacho. No era muy alto, de pelo negro y ojos rojos, que en aquel momento tenían una mirada dura. Por su parte, Winder continuaba en su posición y en ese momento llevó sus ojos al chico, quedándose quieto.
-Kyenro...-Dijo Harelf, con tono de reprimenda.- Estoy reunido con otra persona.
- Eso me da igual, vengo de parte de mi padre, traigo el fragmento que robaron en el laboratorio, mi padre tuvo tiempo de copiarlo y ocultarlo junto a los demás registros de Gayaldia- dijo el chico bastante ansioso
-Supongo que debería irme entonces.-Comenté, volviéndo a guardar lentamente el fragmento que yo había traído.- Volveré... otro día.
-¡No, no, señorita Law!-Exclamó Harelf.- Creo que podríamos tratar ambos asuntos a la vez...
-Pero no quiero moletarle...-murmuré, refiriéndome al chico que acababa de llegar.
- Buenoyoesto nosabia quehabiaunachica y claromipadre hospitalenemigosen laboratorio -decia el chico a gran velocidad que casi no se entendia nada.


Le miré atentamente, mientras Harelf quizá estaba intentando descifrar lo que había dicho. Winder, por su parte, giró el rostro y sonrió mientras entrecerraba los ojos. ¿Había sonreído? Quizá no estaba tan enfadado...
-¿Te encuentras bien?-le pregunté al chico, mientras me acercaba a él y le miraba fijamente.
- No se preocupe señorita, siempre es así cuando esta delante de una mujer - dijo el ave que le acompañaba.
- ¡¡Fernow!! ¡no expliques eso! - dijo el chico gritando y bastante colorado
-Oh, vaya. Puedes estar tranquilo, Kyenro... Mira. Yo soy Shia.-dije, luego le sonreí mientras señalaba a Winder.-Y él es Winder.
-Hm...-murmuró éste, "volviendo a estar enfadado".
- EncantadoShia, ¿eres también una buscadora de antiguedades?- seguia el hablando rápido pero entendiendose un poco más lo que decia
-Sí, soy arqueóloga.-respondí.
- Y eso que traes es otro fragmento del mensaje de los Aurion, ¿donde lo encontraron? - pregunto el aguila que acompañaba a Kenryo
-Lo he encontrado cerca de la frontera, en unas ruinas a las que era casi imposible acceder.-Respondí.- Durante bastante tiempo he estado buscando algún fragmento más y he podido comprobar que es verdadero.
-Y como es enana y rematadamente irresponsable, pudo entrar en las ruinas.-Espetó Winder,, antes de que preguntasen. Se cruzó de brazos y continuó en su posición.
- Asíque tu tambien eresunainvers Shia - dijo Kyenro al ver a Winder
-Sí.-respondí, sonriendo.- Aunque mi compañero es un poco desagradable a veces...
-Ja...-rió Winder, luego continuó con la mirada perdida.
-Pero en general es un buen tipo, así que perdonadle su comportamiento hoy.-Indiqué.
- ¿Una chica problematica? - le pregunto Fernow a Winder
-No lo sabes tú bien.-murmuró el otro, luego suspiró.
-¡Winder!-Protesté, luego fruncí el ceño.
-¿Qué?-gruñó él.- Yo simplemente respondo.
-...

Agaché la cabeza, luego dirigí mi mano derecha hacia el fragmento que había traído y lo tomé entre los brazos. Me había molestado especialmente la respuesta de Winder. Pero si tanto le molesto, que se largue. ¿Quién lo necesita? ... ...
- Si ya se como te sientes, Kyenro es un experto activando trampas y pocas reliquias han sido las que se han salvado de ser destruidas en sus manos
- Bueno la última vez no fue mi culpa, fue el ataque al laboratorio - dijo Kyenro indignado
-Me voy, regreso mañana.-Dije, luego miré a Harelf de reojo.
-Pero señorita Law...-murmuró él.
-Adiós.-respondí, luego miré a Fernow y Kyenro.- Ha sido un auténtico placer conoceros.
- Adioselplacer hasidomio Shia - respondio Kyenro
- Espero volveros a encontrar pronto y poder seguir hablando sobre donde encontrasteis el fragmento - respondio Fernow
-Claro.-respondí, sonriendo y luego hice una reverencia antes de avanzar hacia la puerta.

Me dispuse a salir y vi como Winder iba a seguirme, sin embargo me detuve bruscamente y lo miré fijamente a los ojos.
-No quiero que vengas.-Espeté.- Asíque olvídame.
-Shia.-Murmuró mi nombre, intentó decir algo más pero giré el rostro y tras hacerle otra reverencia a los demás, empecé a salir.

Me marché, dejándolo atrás. Si soy tan problemática lo mejor es que se largue y que haga lo que le de la gana, yo no lo necesito… Caminé durante horas, abrazándome al fragmento como si fuese un ser humano. Me detuve en un parque y me senté en uno de los bancos, ya había anochecido y hacía frío pero me daba igual.
-Se lo diré.-Pensé, en voz alta. Luego me abracé aún más, haciéndome completamente hacia delante.- le diré que se vaya.

De pronto oí pasos rápidos, alguien se acercaba corriendo y por el ritmo de su respiración hacía horas que corría. Pero no me moví de mi lugar y continué allí, en la misma posición.
-S..Shia…-oí murmurar, justo a mi lado.

Reconocí su voz, por eso no me reincorporé. Winder estaba allí.
Colocó sus manos sobre mis hombros y me hizo hacia atrás, con leve brusquedad por lo que me tomó por sorpresa y abrí los ojos un poco más. Su rostro estaba exaltado, estaba despeinado y su respiración era rápida.
-No vuelvas…-masculló, me sujetó un poco más fuerte pero sin hacer daño.- No vuelvas a hacer algo como esto…
-Tú… tú…-susurré, luego le miré a los ojos.- … vete.
-¿Qué dices?
-¡Que no quiero que vengas conmigo nunca más!

Retrocedió y me soltó en el acto. Yo me levanté y alcé el rostro, para mirarle a la cara. Había palidecido, si era posible que lo hiciera aún más. Levantó un poco su mano, para tocarme pero retrocedí y agaché la cabeza, mientras susurraba:
-Eres libre… no quiero que vuelvas a seguirme nunca más.
-Yo ya era libre, Shia…-dijo, mientras me miraba.
-Ya… pero… no es necesario que continúes conmigo. Tú eres un humano, eres un humano real así que puedes hacer lo que quieras con tu vida.
-No soy un humano.

No pude evitar mirarle a la cara, sus ojos negros brillaban de una manera extraña y tenía los puños cerrados. ¿Continuaba enfadado? Realmente debía dejarme sola y vivir su vida…
-Sí que lo eres…-susurré.
-¡No, no lo soy!-Exclamó.- ¡Soy tu compañero, no un simple humano! ¿¡Me oyes!? ¡Y no me puedes apartar así como así!

Después de mucho tiempo, nunca lo había visto tan enfadado de verdad. Pero yo también lo estaba. Sentía que le sobraba. Apreté los puños y me aparté, alejándome de él con paso tan rápido que parecía estar corriendo.
Creí que me había librado de él, pero me tomó por el brazo de pronto y me hizo girar. Todo fue tan rápido que de pronto me vi de cara a él, pegada a su pecho mientras él me abrazaba. No entendí lo que le sucedía a winder, él no solía abrazar demasiado.
-Sólo quiero no incordiarte, Winder…-refunfuñé.
-… pero no vas a conseguirlo alejándome de ti, porque simplemente no lo haré. Así que la próxima vez se buenacita.
-… y la próxima vez que tú digas algo como eso de mi…

Tiré de su chaqueta y le hice agachar, quedamos cara a cara y fruncí el ceño, mientras lo miraba fijamente.
-Te corto en dos.-espeté.
-Y aún así continuaré siendo más alto que tú.-Respondió.

 

Maddy buscó la energía ilimitada a las 9:43 p. m.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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